Guatemala cumplió este sábado un semestre desde que detectó su primer caso de coronavirus. A la fecha suma casi 3 mil fallecidos por la enfermedad, la cifra más alta de Centroamérica; aunque la mortalidad podría ser aún mayor de acuerdo a varios indicios.

La última actualización de datos del Ministerio de Salud determinó que 2 mil 957 personas han perdido la vida por el COVID-19 en seis meses. Además 81 mil 909 se han contagiado de la enfermedad, solamente por detrás en el istmo de Panamá, que rebasa los 100 mil casos.

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Guatemala es el país con más población -16 millones de habitantes- de Centroamérica; pero a la vez es el tercer lugar en cuanto a número de pruebas en la región con alrededor de 275 mil test procesados, por detrás de Panamá -más de 389 mil- y de El Salvador -340 mil-.

Según expertos, en Guatemala es necesario llegar a las 5 mil pruebas diarias para atajar de mejor forma el virus. Cifra que también prometió el presidente guatemalteco, Alejandro Giammattei.

Sin embargo, sumando el ámbito privado y el público Guatemala ha efectuado un promedio menor a las 1 mil 300 pruebas diarias. Rezagado como uno de los países del continente que menos test procesa cada 24 horas, según diversos informes internacionales.

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¿Casos a la baja?

El domingo pasado el presidente Giammattei aseguró que los casos de la COVID-19 y muertes por la enfermedad en el país muestran una tendencia descendente.

Indicó que los casos positivos se han reducido durante “nueve semanas” y que los decesos por el virus han caído en las “últimas siete semanas”.

Giammattei añadió durante esa comparecencia que la ocupación hospitalaria es del 39 por ciento, con 1 mil 259 camas disponibles, lo que “coincide con el descenso de los casos a nivel nacional”.

El Gobierno ordenó la reapertura del país el 27 de julio pasado y reanudará a partir del próximo 18 de septiembre los vuelos comerciales con pasajeros tras poco más de seis meses desde el cierre de su principal aeropuerto por la COVID-19, el 15 de marzo, dos días después del primer caso detectado.

¿Más fallecidos?

El Gobierno oficialmente ha contabilizado casi 3 mil muertes en seis meses por COVID-19, pero la cifra podría ser mayor según varios indicios.

Esta semana, la Asociación Guatemalteca de Instituciones de Seguros detalló en conferencia de prensa que han pagado 1 mil 072 pólizas de seguros de vida por personas que murieron por la COVID-19.

En un país donde el 59 por ciento de la población vive bajo el umbral de la pobreza y los seguros no son accesibles para la mayoría, la cifra puede ser más alta de lo esperado.

Sin embargo, dicho número podría tener una explicación al menos parcial en opinión del presidente de la Asociación Guatemalteca de Instituciones de Seguros, Christian Nolck.

“Hay personas que tienen varias pólizas”, dijo Nolck a medios de comunicación y aclaró que no necesariamente “significa que esa cantidad de personas falleció”.

Subregistro en Guatemala

Otro indicio que podría sugerir un subregistro es un informe divulgado por el Gobierno el pasado 18 de agosto en el que se detalló que las muertes en el departamento de Guatemala se duplicaron en junio de 2020 en comparación con el mismo mes de 2018 y 2019.

Los datos fueron publicados por la Comisión Presidencial de Atención a la Emergencia COVID-19 y señalan que el departamento de Guatemala se había mantenido estable con alrededor de 60 decesos diarios desde enero de 2018 hasta su drástico cambio en junio de 2020 cuando se disparó la tendencia hasta prácticamente 120 fallecimientos cada 24 horas.

El director de la comisión, Edwin Asturias, aseguró en rueda de prensa que dicho exceso de mortalidad se debía al coronavirus. Los datos de julio y agosto aún no han sido divulgados.

Pese al posible exceso de mortalidad, el país continúa en movimiento desde su reapertura el 27 de julio -tras cuatro meses y medio de confinamiento- y el próximo viernes reabrirá su aeropuerto internacional al igual que todas sus fronteras, marítimas, terrestres y aéreas.