Decenas de guatemaltecos se manifestaron este sábado por cuarta semana consecutiva en contra del Gobierno y el Congreso y con la exigencia de la renuncia del presidente, Alejandro Giammattei y más de 115 diputados aliados al oficialismo.

En esta ocasión la protesta se celebró con menor intensidad que en manifestaciones anteriores, en las que llegaron a ser cientos los manifestantes y más de 10 mil personas en el caso de la primera protesta del 21 de noviembre, cuando estalló la indignación de muchos ciudadanos por la reciente -y posterior fallida- aprobación del presupuesto de ingresos y gastos del Estado.

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Con un festival de música en el que participaron artistas como la cantautora maya kaqchikel Sara Curruchich, la presión se mantuvo bajo la consigna de “renuncien ya” los responsables de la “corrupción sistémica”, como se leía en las pancartas desplegadas en el parque central de la Ciudad de Guatemala.

También en otras plazas se celebraron manifestaciones este sábado, como en Quetzaltenango, la segunda ciudad más grande del país.

La Policía Nacional Civil también volvió a desplegar cientos de agentes desarmados que protegieron en fila todo el frontispicio del Palacio Nacional de la Cultura.

Además de la música de la protesta, la Policía también desplegó su grupo musical que tocó con trompetas y marimbas.

Guatemala: 21 de noviembre

En la primera manifestación, del 21 de noviembre, mientras la protesta se desarrollaba pacíficamente con más de 10 mil ciudadanos en la plaza central; a menos de un kilómetro de distancia encapuchados quemaron algunas partes del Congreso.

Esa noche, la fuerza pública detuvo a más de 30 personas minutos después de la quema, sin lograr comprobar su participación en los hechos vandálicos. Todos fueron liberados la madrugada y días siguientes alegando haber sido detenidos por el hecho de estar en la manifestación.

Además, la policía lanzó gases lacrimógenos en el parque central, donde se manifestaban pacíficamente familias completas, niños y ancianos.

A la semana siguiente, en otra protesta pacífica, supuestos infiltrados llevaron un autobús de transporte público a la esquina y lo quemaron. Luego enfrentarse a policías antidisturbios que no evitaron la quema del vehículo y solo detuvieron a dos participantes.

El jueves pasado también se manifestaron estudiantes y autoridades indígenas y además de la renuncia de Giammattei y el vicepresidente, Guillermo Castillo, pidieron la dimisión de la fiscal general, Consuelo Porras, acusada de aliarse al llamado “pacto de corruptos”.