La compañía de alquiler de vehículos Hertz se declaró en bancarrota en Estados Unidos tras no alcanzar un acuerdo con sus principales acreedores. Esto según un comunicado de la compañía.

“El impacto del COVID-19 en la demanda de viajes fue repentino y dramático. Causó una disminución abrupta en los ingresos de la compañía y futuras reservas”, informó Hertz, que también opera las filiales Dollar y Thrifty.

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La declaración de bancarrota afecta a las operaciones de Hertz y sus filiales en Estados Unidos y Canadá, pero no en Europa ni en Oceanía. Tampoco las que operan como franquicias.

La compañía, además, informó de que seguirá abierta al público mientras se reestructura.

Hertz, fundada en 1918, se convirtió así en la última víctima y la de mayor perfil de la pandemia. El COVID-19 también forzó la bancarrota en las minoristas JCPenney, Neiman Marcus y J.Crew, así como en las petroleras Whiting Petroleum y Diamond Offshore Drilling.

Hertz se convierte en otra víctima del COVID-19

La compañía se ha visto obligada a recurrir a este extremo debido a los problemas que venía sufriendo y que se intensificaron durante la pandemia. Las restricciones al tráfico aéreo y terrestre diezmaron el mercado de alquiler de vehículos.

“La bancarrota convertiría a Hertz en una de las corporaciones de más alto perfil” de Estados Unidos en verse incapaz de pagar a sus acreedores. La causa es el impacto de la pandemia del nuevo coronavirus, según indica el The Wall Street Journal -WSJ-.

Los prestamistas solicitaron una compensación por parte de la empresa a cambio de una nueva extensión de los plazos, pero las partes no llegaron a un acuerdo, dijo el WSJ.

Hertz tiene una deuda de aproximadamente 19 mil millones de dólares, compuesta por 4 mil 300 millones en bonos y préstamos corporativos y 14 mil 400 en deuda respaldada por vehículos.