Miles de manifestantes se congregaron hoy en las calles de Hong Kong para protestar por la entrada en vigor de la nueva ley de seguridad nacional que China ha promulgado para el territorio y que ya ha dejado 300 detenciones por incumplirla.

Las autoridades habían prohibido, por primera vez en 17 años, la tradicional manifestación antigubernamental celebrada cada 1 de julio. En esta fecha se conmemora la devolución de Hong Kong de manos británicas a chinas en 1997. Pese a la numerosa presencia policial, muchos manifestantes desoyeron la orden policial y salieron a protestar.

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El diario local “South China Morning Post” informó, de acuerdo a fuentes policiales, que los agentes recibieron autorización para detener a cualquier persona que porte banderas o pancartas con eslóganes relacionados con la independencia; la liberación o la revolución en la ciudad; que han sido ilegalizados.

La prensa local destaca que la jefa del Gobierno de Hong Kong dijo que, pese a que derechos como el de expresión están protegidos por la ley local, no son absolutos: “Algunas veces hay que contenerlos para garantizar la seguridad”.

Muchos consideran la nueva ley como el fin de las libertades de los hongkoneses frente al resto de chinos.

La nueva ley establece penas de hasta cadena perpetua para supuestos de “secesión; subversión contra el poder estatal -cargo habitualmente usado contra disidentes y críticos del régimen comunista-; actividades terroristas y confabulación con fuerzas extranjeras para poner en riesgo la seguridad nacional”.

Pekín apoya la implementación de esta ley y se desdice ya de sus compromisos del Reino Unido. (Foto: EFE)

Cualquier persona condenada con esta ley, no podrá presentarse como candidato a elecciones del Consejo Legislativo hongkonés. Los próximos comicios están previstos para septiembre.