Guatemala enfrenta un problema en la administración y regulación del agua, debido a que el 90 % de sus fuentes superficiales están contaminadas, según indicó este miércoles Human Rights Watch (HRW).

“En Guatemala no existe, a diferencia de otros países de Centroamérica, una ley de agua”, señaló Juanita Goebertus Estrada, directora de la División de las Américas de HRW, durante una rueda de prensa.

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La abogada colombiana habló durante la presentación del informe “Sin agua no somos nada”, elaborado por la organización internacional y presentado en Ciudad de Guatemala. El documento tiene 92 páginas.

Según el informe, millones de guatemaltecos no cuentan con agua entubada. Por esa razón, dependen de pozos, ríos, lagos, manantiales o agua de lluvia, muchas veces contaminados.

Alta contaminación y desigualdad en el acceso al agua

El estudio indica que el 90 % de las fuentes superficiales están contaminadas. Los datos se obtuvieron a partir de informes oficiales y una investigación de campo en Santa Rosa, Jalapa y Totonicapán.

El análisis reveló que la población indígena tiene menos acceso a agua y saneamiento. Esto refleja patrones históricos de exclusión y desigualdad en los servicios públicos esenciales.

Goebertus aclaró que Guatemala sí tiene disponibilidad de agua dulce, incluso por encima del promedio global. El problema, dijo, es la falta de regulación e infraestructura para garantizar el acceso universal.

HRW recomienda crear una ley de agua en Guatemala

Por esta razón, Human Rights Watch recomienda crear una ley para regular la administración del agua en el país. Aunque una ley no resuelve todo, sí sería un paso importante, indicó Goebertus.

El Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales informó que el gobierno del presidente Bernardo Arévalo ya trabaja en el proceso para construir una Ley de Aguas. Actualmente realiza diversas actividades para consensuar su contenido.