El ayuntamiento de Lisboa ha anunciado la inspección al apartamento que Cristiano Ronaldo adquirió en el centro de la capital lusa; esto por supuestamente por haber realizado obras sin consentimiento de la cámara municipal.
La estrella de fútbol compró el apartamento, según medios locales, por 7,2 millones de euros; se ubica en una de las zonas residenciales más caras de la capital de Portugal.
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La inspección surge después de que Georgina Rodríguez, pareja del futbolista, publicara un vídeo grabado de la terraza de la propiedad. En las imágenes medios locales observaron una estructura metálica fuera del proyecto original.
El piso, de unos 288 metros cuadrados, ubicado frente el parque Eduardo VII, cuenta con spa, sala de cine, piscina interior y exterior y una terraza desde la que se alcanza a ver el río Tajo y toda la ciudad.
La inspección verificará si se han realizado alteraciones respecto al proyecto aprobado por el ayuntamiento, que ha confirmado que después de 2020 no se ha solicitado ningún cambio en el proyecto firmado por el arquitecto Jose Mateus.
Câmara Municipal de Lisboa vai pedir inspeção à 'marquise' no apartamento de luxo de Cristiano Ronaldo Em causa poderá uma estrutura metálica construída na cobertura de um apartamento junto ao Parque Eduardo VII, no centro de Lisboa, adquirido por ... https://t.co/ZKSfmDMd2j #CM pic.twitter.com/LmrgbTaNR7
— Filipe Sabe (@LigaAoFilipe) May 28, 2021
Es una “falta de respeto” haber construido sin permiso en el apartamento de Ronaldo
Las obras supuestamente no aprobadas corresponderían a una estructura metálica construida en la azotea de la vivienda.
En declaraciones a medios locales, el alcalde de Lisboa, Fernando Medina, ha explicado que, al no existir una denuncia, no se ha inspeccionado la vivienda hasta el momento; por lo que aún no se sabe qué se ha hecho exactamente, y ha asegurado que de ser cierto, “se regularizará de acuerdo con la ley”.
Por su parte, Mateus calificó la noticia a través de sus redes sociales como una “falta de respeto” que se ha llevado a cabo; esto “sin el consentimiento de arquitectos, vecinos y sin un proyecto aprobado”.
