Irán, a la que no pocos daban por desahuciada tras ser goleada por Inglaterra (2-6) en su debut, sorprendió al derrotar por dos goles a cero a la Gales de Gareth Bale. El partido lo dirigió el árbitro guatemalteco Mario Escobar.

El partido corresponde a la segunda jornada del grupo B del Mundial de Qatar. El equipo que dirige otro exmadridista, el portugués Carlos Queiroz, resolvió el triunfo en la prolongación.

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Dos goles de Rouzbeh Cheshmi -en el miunto 98- y otro de Ramin Rezaihan -en el 101- le dieron una merecida victoria a Irán sobre Gales.

Mario Escobar expulsa al portero de Gales sobre el final del juego ante Irán

Los inaníes jugaron desde el minuto 86 con un jugador menos, por la expulsión de su portero, Wayne Henneseey. Se convirtió en el primer jugador que mira la tarjeta roja en el Mundial en el partido donde Bale, cinco veces ganador de la Liga de Campeones con el Real Madrid, se le aguó su récord de internacionalidades, que elevó a 110 en el estadio Ahmad Bin Ali de Al Rayyan.

Queiroz llegó al Mundial envuelto a todo tipo de polémicas ajenas a su voluntad y relativas a las revueltas internas de Irán; que se incrementaron cuando, en el primer partido, sus jugadores decidieron no cantar su himno nacional. Algo que sí hicieron esta vez antes de enfrentarse a Gales a vida o muerte.

El final no pudo haber sido más loco, porque Gales pudo marcar con uno menos, antes de que Rouzbeh Cheshmi, que había entrado por Noorolahii, anotase un auténtico golazo desde fuera del área, en el minuto 98.

Gales se lanzó a la desesperada y en un nuevo contraataque, tres minutos después, Rezaeian puso la puntilla para mayor alegría del veterano Queiroz, que sabe muy bien de qué va este negocio; y que, con humildad centró la atención en sus jugadores, a los que cedió honores.