La capital iraquí se prepara para recibir al papa Francisco el próximo 5 de marzo, en medio de fuertes medidas de seguridad y entusiasmo por la llegada del pontífice.

Unos murales de bienvenida tratan de embellecer algunos de los muros de hormigón que protegen todas las iglesias de Bagdad.

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La catedral de Nuestra Señora de la Salvación, donde Francisco tiene previsto reunirse con los religiosos de Irak, lleva años fortificada para prevenir atentados. Como el asalto con toma de rehenes que en el año 2010 dejó más de 50 muertos entre la comunidad siriaca-católica.

El joven artista Amyad Mohsen, autor de los murales, agrega que los murales son también un “mensaje de amor y paz a los hermanos cristianos”, una minoría que en Iraq ha sufrido la persecución y la violencia por parte de extremistas suníes y chiíes desde hace años.

Mohsen relata que la iniciativa fue lanzada por la ONG Huella de Esperanza. Busca embellecer los bloques y muros de hormigón que rodean la iglesia, ante la visita del Papa Francisco. Esto lo ha hecho la ONG con las calles de Bagdad desde 2015.

Por su parte, un habitante de Bagdad de nombre Ahmad Nabil se muestra entusiasmado al ver los murales: “¡Qué colores más bonitos y qué felicidad se siente al verlos!”

“La visita del Papa Francisco genera esperanza; eso es lo que pasó por mi cabeza al ver las pinturas”, afirmó el profesor.

Debido a este tipo de ataques, la comunidad cristiana se redujo notablemente desde 2003 ya que muchos han abandonado el país. Actualmente son apenas medio millón, según cálculos de esta comunidad religiosa.