El Gobierno de Japón aprobó medidas adicionales para tratar de frenar el auge récord de contagios en todo el país. Estas se suman a la emergencia sanitaria vigente en Tokio mientras se celebran los Juegos Olímpicos en la capital.

El Ejecutivo que lidera Yoshihide Suga ha decidido elevar el nivel de alerta sanitaria en ocho regiones más. Esto supone el máximo escalón dentro de las herramientas legislativas disponibles.

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El Gobierno trata de responder así al continuo incremento de contagios en todo el país. Los cuales acaban de rebasar por primera vez los 15 mil casos diarios. En Tokio, la cifra fue de 5 mil 042 nuevos contagios, también un nuevo máximo.

“En muchas áreas del país, estamos viendo un rápido incremento a una velocidad sin precedentes”, dijo el ministro nipón a cargo de la respuesta de la pandemia, Yasutoshi Nishimura. Este también destacó que el número de pacientes hospitalizados con síntomas graves se ha duplicado en las últimas dos semanas. Lo que ha incrementado la presión sobre el sistema sanitario.

La mayoría de estos nuevos contagios, en torno al 90%, están causados por la variante delta del virus.

Alerta sanitaria en diferentes regiones de Japón

Con la decisión, todas las principales regiones de Japón quedarán bajo algún tipo de alerta sanitaria, medidas que estarán vigentes al menos hasta finales de mes.

Las autoridades de cada prefectura deberán aplicar las acciones concretas que crean necesarias para frenar los contagios. Aunque en la mayoría de los casos se centrarán en limitar los horarios de aperturas de bares, restaurantes o karaokes. Además de prohibir la venta de alcohol.

“Esto significa que no es una única medida para todo el país, sino que cada autoridad local podrá tomar una decisión en función de su situación”, dijo Suga en declaraciones a los medios.

El Gobierno nipón también decidió aplicar una nueva política sanitaria para permitir que únicamente los pacientes graves de COVID-19 sean hospitalizados. Esta es una estrategia que ha recibido críticas desde diversos frentes.

El primer ministro nipón confirmó que esta estrategia seguirá adelante pese a la polémica. Señaló además que “continuarán los esfuerzos” para avanzar en el proceso de vacunación de la población, de la que hasta la fecha se ha inoculado con las dos dosis a un 32%.

Pocas opciones para contener el virus

Al Ejecutivo se le agotan las opciones para tratar de contener al virus, cuya cuarta ola de contagios comenzó a acelerarse a mediados de julio. Esta continúa creciendo al mismo tiempo que se celebran los Juegos de Tokyo 2020 en formato burbuja.

El marco legal nipón no permite imponer las restricciones de horarios al sector privado, ni tampoco contempla el confinamiento obligatorio de la población. Desde el inicio de la pandemia el Ejecutivo se ha limitado a pedir a los ciudadanos que eviten salir de casa salvo para desplazamientos esenciales.

El principal asesor sanitario del Gobierno en materia de lucha contra el virus, el doctor Shigeru Omi, alertó que los mensajes de las autoridades “no están llegando” a la población ni están logrando el efecto deseado. Por ello, señaló que “podría llegar el momento de discutir modificaciones jurídicas para poder imponer una ley de confinamiento”.

Omi, conocido por ser más contundente que el Gobierno a la hora de valorar la gravedad de la situación en Japón, ha sido además uno de los expertos en señalar que la celebración de los Juegos Olímpicos es uno de los motivos que han provocado una relajación de la población a la hora de respetar medidas de prevención de contagios.

Tanto el Ejecutivo como el comité organizador de las Olimpiadas han descartado que exista una relación directa entre el evento deportivo y la aceleración de los contagios que experimenta el archipiélago nipón.