“La Llorona”, con 11 nominaciones, es la película más aclamada de los Premios Platino del Cine y Audiovisual Iberoamericano 2021. Junto a la producción colombiana “El olvido que seremos”. Esto implica un reconocimiento de mucho “valor” para su director, el guatemalteco Jayro Bustamante.

“Es una cosa muy linda”, aseguró Bustamante a la agencia Efe en una entrevista sobre los premios. Ya que “es la propia industria cinematográfica la que le da el valor” a los galardones.

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Las nominaciones fueron divulgadas el 19 de julio, con “La Llorona” como favorita junto a la producción colombiana “El Olvido que seremos”. Ambos audiovisuales están nominados para los premios a mejor filme iberoamericano y mejor director de la región. Además de otras nueve categorías.

La ceremonia de entrega de la VIII edición de los Premios Platino del Cine y el Audiovisual Iberoamericano tendrá lugar el próximo 3 de octubre en Madrid, España. El evento se retransmitirá por 19 televisoras de todo el mundo.

La necesidad de una catarsis ante sistemas opresores

Jayro Bustamante, de 44 años, narró que con “La Llorona” intentó “hacer una película que fuera como un ritual de catarsis”. El director cree que “toda Iberoamérica, incluso España, necesita esa catarsis ante esos sistemas opresores. Y ante esos dictadores que nos han humanamente jodido tanto”.

Para el guatemalteco, la opresión y las dictaduras del siglo anterior en la mayoría de países de la región dejaron una cicatriz “en las familias que se destrozaron”.

En “La Llorona”, Bustamante mezcla la leyenda mesoamericana de una mujer que busca a sus hijos perdidos en el genocidio ixil. Este cometido por el Estado de Guatemala en la década de 1980, en el norte del país. En este hecho militares buscaron exterminar a la población indígena con el asesinato de más de 1 mil 700 personas, en la época más cruel del conflicto armado interno (1960-1996).

“Jode porque nos hicieron creer que lo que hicieron era bueno, y si uno se da cuenta, en Guatemala mucha gente sigue defendiendo eso. Sin darse cuenta de que al defenderlo pierde su humanidad”, reitera Bustamante.

El director de cine enfatiza que el poder ha logrado “lavarle la cabeza a la gente para que crea que pensar en hacerle daño a alguien puede ser aceptado bajo” un régimen político.

“Eso me parece muy impresionante y yo creo que lo que pasa es que toda Iberoamérica se encuentra con esa misma necesidad y esa misma catarsis”, aseveró el también guionista. “La Llorona” se hizo acreedora de nominaciones a los premios Goya en España y a los Globos de Oro en Estados Unidos, dos hechos inéditos para Guatemala.

Los tres insultos guatemaltecos

Jayro Bustamante ha puesto tres veces el nombre de su país en las principales pantallas del mundo con su trilogía de películas. Estas hacen referencia a los principales insultos a revertir en Guatemala: indio, ‘hueco’ y comunista, representados en “Ixcanul” (2015), “Temblores” (2019) y “La Llorona” (2019).

Entre las tres películas, el guatemalteco acumula cientos de nominaciones y casi 80 premios internacionales, 23 de ellos con “La Llorona”. Un filme de producción guatemalteco-francesa que ahora busca arrasar en los Premios Platino 2021.

“Partíamos de la base de que ‘La Llorona’ es una de las leyendas mesoamericanas más distribuidas, porque llega hasta América del Sur y que incluso ha evolucionado hacia la misoginia y el machismo. Por eso era importante reescribirla y llenarla de belleza”, sostiene.

Y en un país tan vapuleado como Guatemala, en donde hubo un conflicto armado de 36 años entre la guerrilla y el Ejército y sus grupos civiles de autodefensa, que dejó 200 mil muertos y 45 mil desaparecidos, el realismo mágico fue necesario “para imaginar justicias, y eso significa que nunca la tendremos”, se lamenta.

El director guatemalteco cuenta con múltiples proyectos a futuro, principalmente el de desarrollar talento con 105 niñas y 20 adultos que entrenan para sus próximas producciones. Jayro Bustamante ve con asombro que la gente en las grandes industrias están “sorprendidos” de que también se pueda hacer cine en Guatemala. “Aquí se puede y se ha hecho”, celebra.

“Me interesa seguir mostrando las cosas que seguimos haciendo mal. Pero también me interesa mostrar quiénes somos y cuáles son nuestras raíces, para ver si de ahí nos nace un poco de orgullo y amor, que es lo que nosotros no tenemos”, concluye el director guatemalteco.