El aclamado director guatemalteco Jayro Bustamante, reconocido por su trilogía Ixcanul, Temblores y La Llorona, presentará el estreno mundial de su nueva película “Cordillera de Fuego” en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. La cinta llega después del éxito internacional de Rita (2024) y marca un nuevo capítulo en su filmografía, donde se entrelazan la fuerza de la naturaleza, la corrupción y la resiliencia de los pueblos mayas en una historia profundamente humana.

Una poderosa historia sobre la fuerza de la naturaleza

“Cordillera de Fuego”, un drama de acción y realismo mágico inspirado en hechos reales. Narra la historia de Paula, una vulcanóloga decidida a enfrentar la corrupción y salvar a las comunidades amenazadas por un volcán activo en la cordillera guatemalteca. En medio de conflictos políticos e intereses económicos, la película retrata el coraje y la esperanza de quienes luchan contra la adversidad en un país marcado por la desigualdad.

“Esta película nace del testimonio de sobrevivientes reales. Quise que el cine fuera una herramienta para darles voz y que la comunidad participara en su creación”, explicó Jayro Bustamante, director de la cinta.

Una producción con raíz y propósito

La película fue desarrollada por La Casa de Producción, junto con la Universidad de Edimburgo, Les Films du Vulcan, Jayro Bustamante, Melissa Rosales y Jorge Peña, con el apoyo de la Fundación Ixcanul.

El elenco lo integran María Mercedes Coroy, Tatiana Palomo, María Telón, Enrique Salanic, Juan Pablo Olyslager y Glendy Rucal, entre otros. Antes del rodaje, el equipo realizó talleres comunitarios sobre riesgos volcánicos, actuación y producción audiovisual en las zonas afectadas. De esta manera, los propios pobladores se convirtieron en parte del elenco y del equipo técnico, aportando autenticidad y compromiso social al proyecto.

Una mirada a la historia y la memoria

“Cordillera de Fuego” revive el drama del Volcán de Fuego de 2018, cuya erupción dejó miles de víctimas y evidenció la falta de respuesta institucional. La cinta denuncia esa indiferencia y explora las causas históricas del despojo indígena y la desigualdad territorial en Guatemala.

Al mismo tiempo, celebra la conexión espiritual de los pueblos mayas con los volcanes, vistos como símbolos de destrucción y renovación. Con esta película, Jayro Bustamante reafirma su visión de un cine con raíz, propósito y compromiso con la memoria colectiva.