El precandidato a la presidencia del Barcelona, Joan Laporta, desea que Leo Messi “pueda esperarse a escuchar la propuesta del nuevo presidente”; esto antes de decidir si abandona el club, aunque también asegura que “el Barsa no se acaba” si, al final, el jugador argentino se marcha.

En declaraciones a Catalunya Ràdio, Laporta afirmó este jueves que necesita “la autoridad que tiene un presidente del Barsa para hacerle una propuesta seria a Messi”; será en base a la situación económica del club, que ha calificado de “muy delicada”.

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El precandidato reconoce que “no será fácil competir con otras ofertas más potentes”. Sin embargo, cree que “no solo será un tema de dinero”; y que también influirá una “propuesta atractiva” en el terreno deportivo y personal.

En este ámbito, Laporta confía que su buena relación con Messi sea clave para convencerle: “Con Leo nos queremos, nos apreciamos y nos respetamos. Él sabe que he cumplido todo lo que le he dicho”.

Más allá de conseguir la continuidad de Messi, Laporta también se ha fijado los objetivos de resituar al Barcelona “en la primera línea deportiva mundial”; “revertir la situación económica” y volver a ser un club de referencia “por su compromiso con la sociedad”.

Joan Laporta y el futuro deportivo del Barsa

En el plano deportivo, el expresidente azulgrana evitó hablar de posibles fichajes para “no desestabilizar a la plantilla actual” y aseguró que Ronald Koeman tiene “un margen de confianza” como entrenador porque “se está desempeñando bien y es un grande del Barsa”.

En lo que respecta a las finanzas, Laporta reinvindicó su experiencia al frente del club entre los años 2003 y 2010 para garantizar que su proyecto irá a buen puerto: “Fui capaz de revertir una situación complicada. Ya lo he hecho, y estoy convencido de que volveremos a hacerlo”.

El precandidato está ante “el reto más grande” de su vida porque, según comentó, “el club está en el peor momento de su historia económica, donde a una mala gestión se le ha añadido una pandemia terrible”.

Laporta acusó al expresidente Josep Maria Bartomeu de haber dejado “un club casi arruinado”, aunque dijo que, si gana las elecciones, no va a gestionar el Barcelona “mirando hacia atrás y con reproches”. “Tener el retrovisor puesto no me ayudará”, sentenció.