Un grupo de jóvenes se reunió y logró habilitar un albergue para indigentes en Patulul, Suchitepéquez. La necesidad de tener a estas personas en un lugar seguro en esta época de emergencia fue la razón de activar el centro.

El albergue es para que los indigentes puedan contar con un espacio para refugiarse mientras se pasa el estado de calamidad.

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Héctor Chávez, coordinador del grupo de voluntarios, dijo que la idea nació luego de conocerse los ocho días de toque de queda. A partir de ahí se puso a pensar en las personas que no cuentan con un hogar, por tal razón inició la acción de poder ayudarlos.

“Primero solicitamos a las autoridades municipales el edificio de la Policía Nacional Civil, el cual no se está utilizando. Trasladamos a los indigentes al lugar y se les informó sobre la ayuda que iban a recibir. Dentro de ellas alimentación, un kit de limpieza personal y poder dormir bajo un techo”, informó Chávez.

A estas acciones se unieron reinas municipales y vecinos. Todos han aportado tiempos de alimentación para las personas que permanecen en el albergue.

“Ya tuvimos la presencia de los amigos de Alcohólicos Anónimos. Ellos impartieron un mensaje especial sobre como vencer el vició del alcohol. Estuvo muy interesante y el mensaje fue recibido por los presentes”, comentó el coordinador del albergue.

Voluntarios mazatecos atienden a 31 indigentes

Mientras tanto, los voluntarios organizados en Mazatenango, continúan atendiendo a 31 indigentes.

Alexander Contreras, del equipo de coordinación, dijo estar Efeliz por la forma en que la sociedad mazateca ha respondido al llamado”.

“Desde que abrimos el albergue gracias a Dios no ha faltado comida, ropa, entretenimiento, para los indigentes. Los hemos tratado con mucho cariño y respeto”, informó Contreras.

Las personas que permanecen en el albergue se bañan todos los días y cuentan con un kit de limpieza para que se laven los dientess. Es parte de la ayuda que se puede brindar en temas de higiene, indicó uno de los voluntarios.

Por su parte Amilcar Say, un empresario mazateco, se apuntó para brindar el almuerzo de este viernes.

Un pequeño de cuatro años, quien se encuentra en el albergue junto a su familia, ora antes de recibir sus alimentos. (Foto: Cristian Soto)

“He estado de cerca con el trabajo que realizan los jóvenes y ha sido muy buenoor . Peso tomamos la decisión con la familia de unirnos y aquí estamos apoyando”, explicó Say.

Sory de Valenzuela, voluntaria, coordinó con el gobernador departamental José Luis Sam, que los voluntarios portaran un gafete especial. Esto con el fin de que se puedan movilizar durante el toque de queda.

“A veces hay que trasladar la refacción de alguna colonia al salón de los Almendros y antes no se podía, por temor a ser capturados por la Policía Nacional Civil”, dijo Valenzuela.