El Atabal o Tabal, como comúnmente se le conoce, es una tradicional danza que se celebra en la cabecera departamental de Sololá y que año tras año es esperada por los sololatecos, tanto por su significado como por ser una de las tradiciones que más gustan a jóvenes, hombres, mujeres y niños.

Por: Jerson de Léon

El origen de El Tabal sololateco se une a la historia de la familia Santizo, misma que desde su llegada al país desde España, en 1885, fue vinculada en la introducción de esta celebración, como consta en los registros del Censo General de población de Guatemala de 1893.

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Los Santizo trajeron consigo costumbres y tradiciones vinculadas a las fiestas religiosas en España, como El Ball de Diables o  baile de diablos, típico de Cataluña, España. Ya como danza del Tabal, toma sus propias características.

Esta tradicional danza se realiza desde entonces y gracias a esta entusiasta familia, que ha estado además relacionada con la cofradía que la promueve y organiza, de generación en generación. Se celebra cada 8 de diciembre en honor a la Virgen de Concepción y se baila al ritmo de tambores.

El Tabal y sus interioridades

El Tabal representa el gran poder de Dios que vence con fuego al mal y mantiene inmaculada a la Virgen María. recorre aproximadamente 3 kilómetros en Sololá. Los trajes son ropa vieja y máscaras. Algunos usan varias prendas, una sobre otra, para no quemarse con los canutos, pues estos son muy peligrosos; otros se echan agua para protegerse.

Los canutos son 5 veces más grandes que los famosos canchinflines. (Foto: JdeL)

En el baile se usa el canuto, producto pirotécnico de Sololá. Está hecho con forro de caña, papel crepé y pólvora; cuando se lanza, no se va en línea recta sino va en varias direcciones, lo que simula al diablo tratando de huir. Durante todo el recorrido los bailadores van brincando al ritmo del tambor.