El académico de 65 años Bernardo Arévalo de León llega a la presidencia de Guatemala como un experto en diplomacia, con el diálogo como su principal carta de presentación, a la espera de repetir el recordado mandato de su padre, Juan José Arévalo Bermejo, entre 1945 y 1951, que dio paso a una ‘primavera’ de diez años en el país centroamericano.

Arévalo de León tomará posesión el próximo domingo para gobernar Guatemala durante cuatro años, hasta el 14 de enero de 2028, después de ganar sorpresivamente los comicios de 2023.

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Su llegada al poder se ha fraguado en ocho años, desde que las manifestaciones anticorrupción en 2015 dieron paso a la formación de su partido político, el Movimiento Semilla, de carácter socialdemócrata.

Tras obtener una de las seis diputaciones de Semilla en las elecciones de 2019, Arévalo de León supo ganarse a la población como candidato con su discurso anticorrupción y un pasado sin tachas a la vista.

Considerado como progresista o de una izquierda moderada, el académico ha dicho que su principal lucha al tomar posesión será contra la corrupción, sin olvidar en un futuro temas principales como el combate a la desnutrición o la mejora de los servicios de salud.

Educado en Israel, España y Países Bajos

Arévalo de León nació en Montevideo, Uruguay, país donde su padre se encontraba exiliado, y posteriormente vivió su infancia en Suramérica hasta los 15 años, edad en la que volvió a Guatemala.

El nuevo presidente se formó como sociólogo y doctor en Filosofía y Antropología Social, con la mayor parte de su educación cursada en universidades de Israel, España y Países Bajos.

Antes de saltar a la vida política en Guatemala, Arévalo de León mantenía un perfil poco conocido como académico, dedicado a escribir libros y artículos sobre las relaciones cívico-militares y de seguridad en la región.

Además, tuvo su paso por la diplomacia, ya que entre 1995 y 1996 fue embajador de Guatemala en España y un año antes había sido viceministro de Relaciones Exteriores del Gobierno del expresidente Ramiro De León Carpio.

Fue en 1995 cuando Arévalo de León, entonces vicecanciller de Guatemala, lo condecoraron con la Orden del Águila Azteca por el entonces presidente mexicano Ernesto Zedillo. De igual forma, en la década de 1990 fungió como secretario consular de Guatemala en Israel.

Victoria sorpresiva de Arévalo

Las encuestas colocaban a Arévalo de León en el séptimo u octavo puesto previo a las elecciones generales del pasado 25 de junio. Sin embargo, logró ubicarse en la segunda posición de la primera vuelta, solamente por detrás de la ex primera dama Sandra Torres Casanova.

En el balotaje, el candidato del Movimiento Semilla obtuvo más de un millón de votos por encima de Torres Casanova y lo eligieron como presidente para el período 2024-2028.

Desde entonces, Arévalo de León ha tenido que esquivar los intentos del Ministerio Público (Fiscalía) por revertir su triunfo, ante una persecución judicial que ha sido fuertemente criticada tanto a nivel local como internacional.

Pese a ello, el exvicecanciller no ha perdido la calma en sus intervenciones públicas con un discurso en contra de la jefa de la Fiscalía, Consuelo Porras Argueta, a quien ha dicho que pedirá su renuncia a partir de este domingo.

El camino de su padre

El nuevo mandatario guatemalteco pretende devolver a Guatemala una ‘primavera’ similar a la del Gobierno de su progenitor, Juan José Arévalo Bermejo, donde se alcanzaron diversos avances en favor de la sociedad como el Seguro Social y la libertad de emisión del pensamiento.

“Yo no soy mi padre”, señaló Arévalo de León en 2023. “Pero recorro el mismo camino que él construyó y lo vamos a recorrer juntos como pueblo. Tengo el mismo anhelo que él y los revolucionarios de 1944”, advirtió.

El Gobierno de Arévalo Bermejo, entre 1944 y 1951, lo consideran como uno de los mejores de la historia del país centroamericano, con grandes pasos para los derechos de la población.

El Gobierno de Arévalo de León empezará el próximo domingo junto a la vicepresidenta electa, Karin Herrera, y un Gabinete compuesto por siete hombres y siete mujeres.