El portavoz de la NFL Brian McCarthy reconoció que buscan alternativas para sedes del Super Bowl LVI en caso de no poder realizar el encuentro en el SoFi Stadium de Los Ángeles por la pandemia de COVID-19.

“Nos comunicamos con varios equipos para preguntar sobre la disponibilidad de su estadio en caso de no jugar el Super Bowl; según lo programado debido a problemas con el clima, circunstancias imprevistas o aumento de restricciones”, explicó el vocero.

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Los números de test positivos para COVID-19 en los equipos de la NFL llegaron a 521 jugadores solo en el mes de diciembre, lo que representa uno de cada cuatro elementos de la liga. En toda la temporada 2020 la NFL había reportado 300 casos.

El martes pasado Estados Unidos rompió el récord mundial al reportar un millón de contagios por COVID-19.

Según McCarthy, estas llamadas de verificación con otros equipos no quieren decir que el Super Bowl programado para el próximo 13 de febrero en Los Ángeles, California, en el hogar de los Chargers y los Rams, vaya a cambiar de sede.

“Es parte de nuestro proceso estándar de planificación de contingencias que llevamos a cabo para todos los juegos regulares y de postemporada”, argumentó.

El Super Bowl de la NFL está amenazado por el COVID-19

Aunque reconoció que el aumento de las restricciones que ha acarreado el COVID-19 en varias ciudades del país ha elevado la relevancia de las previsiones.

“No es inusual que la liga haga esta planificación cada año, pero con Los Ángeles como el sitio para el juego por el título de esta temporada y las restricciones en aumento para la asistencia a eventos bajo techo se ha vuelto un tema relevante”.

A pesar de tener este plan de respaldo Brian McCarthy confió en que el Super Bowl LVI se podrá realizar en la fecha y estadio programado.

Entre los estadios que la liga tiene contemplados como alternativa está el AT&T en Arlington, Texas, casa de los Dallas Cowboys.