La visita de los siete Sagrarios, es parte de las expresiones de fe que se acostumbran durante los días grandes de la Semana Santa. Luego de haber pasado ya la larga Cuaresma y la comicidad de la Huelga de Dolores durante el viernes de Dolores y las primeras procesiones.

Por Roberto Broll.

Una de las tradiciones propias de los días considerados parte del llamado “Triduo Pascual”, siendo esta la visita de los siete Sagrarios, altares o casas, durante la noche del Jueves Santo, cuando se rememora la Santa Cena.

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Esa noche, todas las catedrales, parroquias y oratorios, realizan monumentos o altares en los cuales exhiben de una manera especial, llena de colores, olores y todo lo característico de esta bella época la escena que recuerda la Instauración de la Eucaristía, exponiendo una hostia consagrada en custodias o cofres tabernáculos llamados Sagrarios.

Además, se rememora con la visita de los siete sagrarios, los 7 momentos clave que padeció Nuestro Señor desde su apresamiento en el Huerto de Getsemaní, su traslado a la casa de Anás, de Caifás, ante Herodes, ante Pilatos, hasta la medianoche, cuando quedó confinado y solo.

Visita de los siete Sagrarios
Sagrario expuesto en la Iglesia de San Francisco.

La visita de los siete Sagrarios se realiza desde tiempos de la Colonia. En familia o con amistades cercanas, y ante cada altar, con guías o folletos se realizan rezos a manera de Viacrucis ante cada casa.

Personas incluso no católicas, realizan la visita de los siete Sagrarios, no por lo religioso, sino para admirar la creatividad de los diferentes templos.

Visita de los siete Sagrarios
Sagrario de la Capilla de las Misericordias.