El secretario personal del difunto pontífice emérito Benedicto XVI, Georg Gänswein, publica un espinoso libro de memorias. En el mismo no oculta algunas críticas al papa Francisco y que ha irritado dentro de los muros vaticanos.

El libro, titulado “Nient’altro che la verità” (Nada más que la verdad, en español), destaca en el escaparate digital de la editorial Piemme. Este pretende contradecir las “maliciosas calumnias y oscuras maniobras que trataron en vano de arrojar sombras sobre el magisterio. Y las acciones del papa alemán”, pero se ha convertido en un arma arrojadiza contra el pontificado del papa argentino.

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Tanto que este lunes, Francisco fijó una reunión con Gänswein de la que no se ha sabido el contenido, pero algunas fuentes apuntan a un decepcionado pontífice que ha pedido al histórico secretario de Benedicto XVI discreción en los próximos días.

Un día antes Francisco avisaba en el Ángelus, desde la ventana del Palacio Apostólico, que “el chismorreo es un arma letal que mata, mata el amor, la sociedad y la hermandad”, un mensaje interpretado como una supuesta reacción al libro del monseñor.

Las memorias del secretario de Benedicto XVI

Además, tras la muerte de Benedicto XVI, el futuro de su secretario está en vilo. Sobre todo después de la publicación, es muy poco probable que el padre Georg regrese a su cargo de prefecto de la Casa Pontifica. Es un cargo como una especie de jefe de protocolo. La opción podría ser asignarle una nunciatura. Que salga del Vaticano para dar clases en una universidad católica en el extranjero o el regreso a su Alemania natal.

En sus 336 páginas, Gänswein, secretario y leal colaborador de Ratzinger desde 2003 hasta su muerte el pasado 31 de diciembre, se concentra en la particularidad de la última década. La inusual convivencia de dos papas: Benedicto XVI, retirado desde su histórica renuncia en 2013 e ídolo del sector más conservador. Él junto a su sucesor, Francisco, centro de ataques del mismo.

En este sentido, el arzobispo de 66 años confirma la existencia de estas supuestas corrientes, empleando curiosamente el término italiano ‘tifoserie’, como las hinchadas del fútbol.

Entre otras muchas cosas, Gänswein reprocha a Francisco su caída en desgracia como prefecto de la Casa Pontificia, uno de los cargos más importantes de la Curia, pues el papa argentino le encargó cuidar de Ratzinger en su retiro en el monasterio vaticano de Mater Ecclesiae.