Monseñor Gonzalo de Villa y Vásquez tomó posesión como arzobispo metropolitano de la Arquidiócesis de Santiago de Guatemala. El acto se llevó a cabo en la Catedral Metropolitana.

Él se convirtió en el vigésimo arzobispo de Santiago de Guatemala, la más antigua de la región mesoamericana.

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En su homilía, Gonzalo Villa y Vázquez dijo que la pandemia más antigua es la de exclusiones y privilegios, violencia y crimen, de hirientes desigualdades y se vaya aplacando, “que como Iglesia sepamos contribuir a ello”.

“He sido enviado por el papa como arzobispo aquí. Confío enteramente en Dios, pero también en la bondad de tantas personas para ayudarme a ser pastor”, dijo el prelado.

Añadió que del arzobispo se espera una palabra de aliento, cuestionamiento y de denuncia sin manipulaciones de ningún sector de la sociedad.

En estos días de calamidad pública por el coronavirus la feligresía necesita consuelo como país, como iglesia y también para los más vulnerables en la sociedad.

También es necesario llevar consuelo a los enfermos y ánimos a los trabajadores de la Salud.

“El papa nos alienta con palabras y con gestos para comunicar el evangelio con alegría, para reconocer los rostros diversos en nuestro planeta y saber que todos estamos llamados a compartir la dignidad humana” reiteró.

Previo a la homilía, Villa y Vázquez asumió el cargo al sentarse en la cátedra y recibir el báculo.

Luego un grupo de sacerdotes le rindió homenaje como símbolo de obediencia; esto en representación de sus compañeros que no pudieron asistir a la ceremonia debido a la pandemia.