Una menor de 14 años ha fallecido tras ser acuchillada en el vientre por supuestamente interponerse en una pelea entre pandillas; ocurrió en la localidad de Saint-Chéron, al sur de París, informaron este martes fuentes oficiales.

Se trata de un nuevo episodio de violencia callejera en la zona de París. En la capital francesa el último año se han recrudecido las riñas entre bandas de jóvenes rivales.

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Una de las últimas, que sucedió a mediados de enero en un barrio de París, dejó en coma a Yuriy, de 15 años; esto al recibir una brutal paliza por al menos otros nueve chavales.

De acuerdo con los relatos de la prensa local la adolescente se interpuso en una pelea; y la acuchillaron el lunes por la tarde en plena calle cerca de la escuela que frecuentaba. Fue ingresada en el hospital y falleció anoche.

La delegación del Gobierno en el departamento del Essonne, confirmó el suceso, aunque reconoció que todavía hay cabos sueltos sobre los motivos de la pelea.

“He hablado con el alcalde de Saint-Chéron para intentar comprender qué ha pasado”, señaló el delegado del Gobierno en el departamento, Eric Jalon, en declaraciones al canal “BFMTV”.

A pesar de las restricciones a la movilidad por COVID-19, las guerras entre bandas en París se han agravado desde 2020 después de un par de años de relativa calma.

De acuerdo con el diario “Le Parisien”, las peleas han dejado 280 heridos y tres muertos solo en la ciudad de París.

Pelea de pandillas en París se convierte en un problema

Formados por menores de 20 años y en su mayoría procedentes de barrios empobrecidos, estos grupos se retan en las redes sociales. Después conciertan citas de manera espontánea y pelean.

El control de un territorio o el tráfico de drogas son dos de los factores detrás de estas peleas; aunque hay otros menos tangibles, como los pactos de lealtad, según las autoridades.

En el mediático caso de Yuriy, sucedido el pasado 15 de enero, nueve personas fueron detenidas, ocho de ellas menores de edad.

El joven de origen ucraniano recibió una brutal paliza por parte de una decena de adolescentes en una calle de París, que quedó registrada por cámaras de videovigilancia y se hizo rápidamente viral por la brutalidad de unos golpes por los que estuvo varios días en coma.

El Gobierno francés dijo entonces que no habría “impunidad” para los agresores.