Estudiantes de la jesuita Universidad Centroamericana (UCA) de Nicaragua, clausurada por las autoridades tras acusarla de “terrorismo”, denunciaron este martes que una universidad ligada al Ejército nicaragüense, que los aceptó para continuar sus estudios, les retiró la matrícula sin ninguna explicación.

Los universitarios, unos 600 de los más de 5 mil que tenía registrado la UCA, se inscribieron en la privada Universidad Americana (UAM), pagado matrícula, arancel e iniciaron las clases, cuando les notificaron que no pueden estudiar en esa alma mater, según la denuncia.

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Las autoridades de la UAM, añadió, les anularon el acceso a los correos institucionales que les habían asignado cuando se matricularon, los sacaron de las aulas y les dijeron que los estudiantes de la UCA no pueden estudiar en otro centro de estudio superior, solo en la recién creada Universidad Nacional “Casimiro Sotelo”, ubicada en la sede decomisada a la universidad jesuita.

“Ya no sé qué hacer en este país”

“Ya no sé qué hacer en este país”, dijo al diario La Prensa de Nicaragua una de las jóvenes afectadas, que se resiste a estudiar en la nueva universidad estatal, controlada por los sandinistas, y que reemplazó a la UCA.

“Simplemente nos informaron que todos los estudiantes)que habían solicitado traslado de la UCA a la UAM ya no serían admitidos. Quieren obligarnos a quedarnos en la Casimiro Sotelo”, dijo, por su lado, al portal digital Despacho 505 una universitaria que se había matriculado en la UAM.

Según el periódico digital Confidencial, “la UAM, propiedad del Ejército de Nicaragua, había ofrecido a los estudiantes de la UCA convalidarles las clases y establecer una cuota mensual de 150 dólares” por sus estudios.

Según los afectados, las autoridades de esa universidad privada se comprometieron a regresar el dinero que habían pagado en concepto de matrícula y aranceles.

De momento, las autoridades de la UAM no se han referido a esas denuncias.

Este mismo martes, un grupo de estudiantes se presentaron a la sede de la universidad jesuita, donde ahora funciona el centro de estudio estatal, pero las autoridades les impidieron su ingreso bajo el argumento de que las clases reiniciarán el próximo lunes.

En un video divulgado en redes sociales, un funcionario de la Universidad Nacional “Casimiro Sotelo” dijo al grupo de estudiantes que “no se preocupen por las matrículas” y que están “trabajando” en los procesos de inscripción de clases.

Cuestionado por el dinero que pagaron a la UCA para continuar sus estudios, antes de su cierre, el funcionario aseguró que “no se va a regresar, porque se lo llevaron los jesuitas”, algo que no aceptaron los estudiantes, ya que las autoridades congelaron las cuentas de la universidad jesuita.

Incertidumbre entre los estudiantes de la UCA

La incertidumbre de los estudiantes se da en el marco del cierre de la jesuita UCA, uno de los centros de estudios privados más prestigiosos de Nicaragua.

El Gobierno nicaragüense publicó el viernes pasado en el Diario Oficial La Gaceta un acuerdo del Ministerio de Gobernación en el que se aprueba la cancelación de la personalidad jurídica de la UCA, otorgada el 13 de agosto de 1960.

La UCA, considerada uno de los últimos bastiones de libertad de pensamiento en Nicaragua, ha tenido que traspasar por orden de la Justicia sus activos muebles e inmuebles, así como sus cuentas bancarias, al Estado de Nicaragua, después de haberla acusado de delitos de terrorismo.

La UCA confirmó el miércoles pasado el oficio judicial, rechazó los “señalamientos infundados” de las autoridades, y decidió suspender sus actividades académicas y administrativas.