Un estudio publicado este miércoles por la organización humanitaria Educo, miembro de la alianza de entidades internacionales Child Fund, determinó que la niñez de siete municipios del occidente de Guatemala no cuenta con derechos básicos en al menos cuatro aspectos.

El documento “La voz de la niñez: derechos realidades y sueños”, elaborado previo a la pandemia de la COVID-19, aseguró que existen brechas para los derechos básicos de los infantes guatemaltecos; todas en necesidades materiales, valores y creencias, un modelo educativo correcto y espacios de participación para los menores.

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El estudio se realizó en siete municipios del altiplano guatemalteco, pero la situación es muy similar en la mayoría del país; el 59 por ciento de la población vive en la pobreza y uno de cada dos niños sufre de desnutrición, según organismos internacionales.

El informe de Educo, surgida en 2009, advirtió que “las condiciones de vida de la niñez y adolescencia de los municipios del altiplano occidental, está vinculada a problemáticas históricas no resueltas”; y que incluso ha sido determinada por una parte por “la propia configuración del Estado”, que ha incumplido en la Convención de los Derechos del Niño.

La investigación se desarró en siete municipios de los departamentos de San Marcos, Huehuetenango y Sololá; además de Totonicapán, Quiché y Quetzaltenango. Los datos plantean que la niñez y adolescencia ha encontrado una dificultad histórica; esto en “el disfrute del derecho a la Educación, Protección y Gobernanza, así como de los derechos asociados”.

Agregó además que “los últimos cinco años en Guatemala han estado marcados por eventualidades políticas”. Estas “han llegado a traducirse en crisis institucionales”, que han profundizado la desatención del Estado en temas vitales para los menores guatemaltecos.

Niñez guatemalteca sin acceso a servicios básicos

Educo afirmó en su informe que la fisura de las necesidades materiales de los menores se debe a una “falta de garantía”; esta en el “acceso a los servicios básicos de educación, salud, alimentación, fuentes de trabajo, seguridad ciudadana, entre otros”.

Esta ausencia ha afectado “fundamentalmente el ejercicio de derechos y bienestar de la niñez que vive en familias en situación pobreza -más del 59 por ciento de la población- y pobreza extrema -más del 20 por ciento-.”

La organización sostuvo que hay “valores y creencias generadoras de diferentes tipos de violencia hacia niñas y adolescentes mujeres”; estos “denigran su integridad y dignidad perpetuando la brecha de desigualdad de género”.

Educación de baja calidad

También prevalece una “educación de baja calidad reflejada en un currículo nacional base sin concreción en el aula”. En el altiplano donde se concentra el 51 por ciento de la población maya.

Esta brecha ha generado “bajos resultados en evaluaciones estandarizadas, con contenidos curriculares obsoletos, descontextualizada sin pertinencia cultural y lingüística, desconectada con la participación de niños, niñas y adolescentes”, enfatizó Educo.

En cuanto a los espacios de participación, el estudio halló que los menores “no cuentan con formación ni espacios sostenibles. Esto para la participación significativa y propositiva, a nivel familiar, escolar y comunitaria; para que les permita tener un referente para su futuro como ciudadanos que ejercen sus derechos”.

El año pasado Educo, Child Fund instaron al Estado a realizar una mayor inversión y de mejor calidad del gasto público para la niñez guatemalteca. También participaron otras organizaciones como Plan Internacional, Save The Children y World Vision,