El rastro municipal que tuvo un costo de más de Q7 millones en su construcción, es una obra millonaria que sigue abandonada por las autoridades municipales. Esta situación ha creado malestar en diferentes sectores de la ciudad.

Mabelia Alcántara, secretaria de la Asociación de Carniceros de Mazatenango, recordó que desde el año 2019 este proyecto iba ser entregado en de abril. “Luego dijeron que en septiembre y después que en diciembre. Se pasó todo el año y nada”.

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“Fue el Concejo municipal anterior que no presionó para que el proyecto fuera entregado. Por eso ahora exigimos que entreguen el rastro. No podemos seguir trabajando en casas privadas donde se tiene que destazar las reces o matar marranos. Necesitamos un lugar idóneo para trabajar”, indicó Alcántara.

En el 2019 se formó una comisión que verificó como había quedado construido el nuevo rastro así como las herramientas internas. “Dijeron que iba ser una obra modelo, pero al realizar algunas pruebas con la maquinaria, se pudo ver algunas dificultades”, denunció la secretaria de los carniceros.

“El rastro presenta deficiencias en el sistema de drenajes ya que el tubo es muy pequeño. Así mismo las cámaras no son del tamaño adecuado y no cabe las reces. Falta colocar dos polipastos. Se ha solicitado a las autoridades que vean esa deficiencias para luego inaugurar el proyecto”, agregó.

Carniceros hacen trabajos en casas particulares

Un vecino de Comunidad el Progreso de San Gabriel, Suchitepéquez, denunció ante las autoridades de salud, que frente a su casa destazan reces. “Esto ha generado contaminación severa, por eso solicito que se retire de esa casa ese tipo de trabajo”, aseguró.

Fue el Concejo municipal anterior quien aprobó la construcción del rastro de Mazatenango, pero no vieron esas deficiencias y ahora nos toca a nosotros atender este tipo de exigencias, refiere Amilcar Say, concejal III de la comuna mazateca.

“En la última reunión sostenida con el Concejo se solicitó al señor alcalde Manuel Delgado que se entregue ya el rastro. No es posible que ya casi un año de que se finalizó la construcción y el lugar siga abandonado. Por la salud de la población se debe de contar con un lugar apto para la manipulación de la carne de res y marrano”, detalló Say.