La Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala (ODAHG) presentó este jueves un informe sobre la situación de la niñez en el país y, según sus expertos, la desnutrición crónica y la violencia, junto a otros indicadores, impulsan la migración irregular de los menores.

“La desnutrición crónica se agravó en los últimos 25 años. La niñez enfrenta abuso sexual, trabajo forzado y otras condiciones que hace que los niños migren del país”, declaró el abogado Mynor Melgar, representante de la (ODAHG), durante la presentación de un informe sobre el estado de los derechos de la niñez.

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De acuerdo con el informe, elaborado con datos oficiales, en 2021 deportaron un promedio de 22 menores guatemaltecos diariamente desde Estados Unidos y en total retornaron a 8 mil niños y adolescentes en ese año.

La ODAHG explica que el 47% de los niños menores de 5 años sufren de desnutrición crónica a nivel nacional y en 2021 se reportaron 175 mil 929 casos nuevos.

“La situación más grave es que existe un subregistro porque el Estado no cuenta con el mecanismo ideal para identificar todos los casos de desnutrición”, explicó durante la conferencia Ninfa Alarcón, encargada del programa de niñez y adolescencia del Arzobispado en Guatemala.

Además, el informe detalla que el Ministerio Público (MP, Fiscalía) recibió 7.124 denuncias de violencia sexual contra niños y otras 16 mil 360 por maltrato en 2021.

La pandemia agravó la situación

“La deuda de Guatemala en materia de derechos infantiles es un problema antiguo, pero con la pandemia se intensificó”, aseguró Nery Rodenas, director de la ODAHG.

El Arzobispado identificó que 9.000 niños y adolescentes quedaron huérfanos a causa de la covid-19, siendo la cifra más alta de Centroamérica comparada con Honduras y Panamá, países que reportaron 3 mil y 4 mil casos respectivamente.

El informe también agrega que 4.622 menores fallecieron en el sistema de salud público entre 2020 y 2021 a causa de enfermedades como desnutrición, diarrea, neumonía, entre otras.

Por último, el personal del Arzobispado destacó que hasta 2022 unos 2 millones de niños no tienen acceso a educación y denunciaron que el sistema escolar no fue fortalecido por el Estado durante los dos años de clases remotas debido a la pandemia de COVID-19.