La directora Chloé Zhao se ha convertido en la segunda mujer en llevarse el Oscar a la mejor dirección, tras Kathryn Bigelow, que lo consiguió por “The Hurt Locker” -2008-. Y la actriz Frances McDormand se ha unido al selecto club de las intérpretes que han ganado tres estatuillas -tras las de “Fargo” -1996- y “Three Billboards Outside Ebbing, Missouri” -2017–.

Solo Meryl Streep e Ingrid Bergman habían ganado tres Oscar hasta ahora, mientras que la reina absoluta de la interpretación, tanto femenina como masculina, sigue siendo Katharine Hepburn, con un póker de galardones.

Lee también: “Mona Lisa”, un retrato que trasciende de lo físico

Tres Oscar que confirmaron lo que todas las quinielas apuntaban: que “Nomadland” saldría de la 93.ª edición como la gran vencedora.
“Nomadland” llegó a la gala, marcada por la pandemia y que se celebró entre estrictas medidas de seguridad, en Union Station de Los Ángeles, como la gran favorita de la noche. Contaba con seis nominaciones, cuatro menos que “Mank”, pero aparecía como ganadora en todas las quinielas.

La dura y al mismo tiempo lírica mirada a todos los que quedan al margen del sistema capitalista en Estados Unidos conquistó a público y crítica desde su estreno en el Festival de Venecia, donde se llevó el León de Oro. Y, desde entonces, su carrera fue triunfal.

Anthony Hopkins, la sorpresa de la noche

No se esperaba sin embargo la victoria del veterano Anthony Hopkins, quien a sus 83 se convirtió en el ganador más mayor de la historia de los premios por su espectacular trabajo en “The father”, como un enfermo de alzheimer.

La película, ópera prima del dramaturgo francés Florian Zeller, se llevó también el Oscar a mejor guion adaptado. Mientras que el de guion original fue para otra debutante, Emerald Fennell, por “Promising Young Woman”.

En el apartado de interpretación de reparto, los vencedores fueron los previstos.

El británico Daniel Kaluuya “Judas and the Black Messiah” en el apartado masculino, se llevó la estatuilla tras haber sido nominado como mejor actor protagonista en 2018 por “Get Out”.

Entre los actores de reparto, por primera vez la “minoría” fue mayoría, pues la categoría contó con tres personajes negros entre los nominados, todos roles biográficos.

Además, la surcoreana Yuh-jung Youn “Minari” triunfó como mejor actriz de reparto. Y fue la más divertida al recoger su premio, bromeando sobre las múltiples pronunciaciones de su nombre.

Premios Oscar 2021 en español

La 93.ª edición de los Oscar también tuvo una fuerte presencia hispana. El español Sergio López-Rivera ganó el Óscar al mejor maquillaje por “Ma Rainey’s Black Bottom” y, al subir al escenario a recoger el galardón, cedió el turno de palabra a sus compañeras, Mia Neal y Jamika Wilson, que se convirtieron en las primeras mujeres de color que ganan ese premio en toda la historia.

Después de conocer el resultado, López-Rivera, aseguró en rueda de prensa virtual “espero que algún día esa circunstancia no sea un hito reseñable y tampoco sean necesarias las preguntas sobre la diversidad en Hollywood”.

También se llevó una estatuilla el mexicano Carlos Cortés, junto con Jaime Baksht y Michelle Couttolenc, por su trabajo en “Sound of metal”, una película en la que los silencios son tan importantes como las palabras.

Menos suerte tuvo el tierno documental chileno “El agente topo”, de Maite Alberdi, que se quedó sin Oscar en una categoría en la que el vencedor fue “My Octopus Teacher”.

Tampoco ganó el español Santiago Colomo, nominado por los efectos visuales de “The One and Only Ivan”, ni el cortometraje “The Letter Room”, dirigido por de la danesa Elvira Lind y protagonizado por su marido, el guatemalteco Óscar Isaac.

Y en el apartado internacional, la película vencedora fue una de las más aclamadas del año, la danesa “Another Round”, de Thomas Vinterberg, que tuvo un emotivo recuerdo para su hija, fallecida a los 19 años en un accidente de tráfico, cuatro días antes de comenzar el rodaje de un filme en el que iba a debutar como actriz.

Oscar 2021 en la gala de la pandemia

La noche se cerró con premios para casi todos. “Mank”, que llegó con 10 nominaciones, se fue con dos Oscar para casa, -mejor fotografía y mejor diseño de producción-, al igual que “Soul” -mejor película de animación y mejor banda sonora- y “Judas and the Black Messiah”  por mejor canción, por “Fight for You” -en una categoría en la que también estaba nominada Laura Pausini-, y mejor actor de reparto, para Daniel Kaluuya.

“Ma Rainey’s Black Bottom” también hizo doblete con los premios de mejor vestuario y mejor maquillaje; “Sound of Metal” se llevó mejor montaje y mejor sonido, todo ello en una gala muy muy diferente.

Cambió el Teatro Dolby por Union Station, donde además solo pudieron acceder los presentadores y los nominados -con un único invitado por cabeza-.

Hubo conexiones con Londres, París o Sídney, donde estaban algunos de los nominados. Las actuaciones musicales se limitaron a las canciones que optaban al galardón y además se grabaron con antelación y se emitieron en la pre-gala, que incluyó una reducida alfombra roja.

Y en la sala principal, los invitados se distribuyeron en mesas, al estilo de los Globos de Oro, y los presentadores se movieron entre los diferentes grupos. Sin mascarilla, protección que se limitó a las pausas publicitarias, porque el objetivo de los organizadores -con Steven Soderbergh a la cabeza- era que la gala fuera como el rodaje de una película.

Poco ritmo y alguna reivindicación

Mucho esfuerzo para conseguir una gala correcta, pero aburrida, en la que lo más destacado fue el magnífico perreo de la actriz Glenn Close.

Y en el plano político, lo más destacado fueron las críticas de la violencia policial contra la población negra.

Regina King fue el primer rostro que apareció en la ceremonia de los Oscar y apenas tardó unos minutos en recordar ese problema, algo que retomaron Travon Free, ganador del Oscar al mejor cortometraje de acción real, y Tyler Perry, ganador del Oscar humanitario.

Durante su discurso inaugural, King no dudó en hacer referencia al fallo alcanzado en el juicio al expolicía Derek Chauvin, declarado culpable de todos los cargos de los que se le acusaba por la muerte por asfixia del afroamericano George Floyd, un caso que ha tenido en vilo a EE.UU.

“Ha sido un año tremendo, y eso que estamos justo en el medio. Y debo ser honesta: si las cosas llegan a salir de forma diferente en Minneapolis la semana pasada, tal vez habría cambiado mis tacones por botas de protesta”, afirmó King.

Palabras crudas

Por su parte, Travon Free, ganador de la estatuilla por “Two Distant Strangers”, tuvo las palabras más crudas de la ceremonia: “Hoy, la Policía matará a tres personas. Y mañana, a otras tres. Y al día siguiente, a otras tres. La Policía en EE. UU. mata de media a tres personas cada día. Eso supone unas 1 mil personas al año. Y esas personas son mayoritariamente negras”.

Y  Perry recordó sus humildes orígenes, mencionó su etapa como sintecho y destacó la gran lección que aprendió de su madre, una mujer del sur que creció bajo durísimas condiciones en Misisipi.

“Ella me enseñó a rechazar el odio y los juicios generales -…- Yo rechazo odiar a alguien por ser mexicano, negro, blanco o gay. Rechazo odiar a alguien por ser agente de policía o asiático -…- Quiero dedicar este premio a aquellos que no están en los extremos. Ahí es donde sucede la curación, la conversación y el cambio”, apuntó.

Por último, la cantante H.E.R., ganadora del Oscar a la mejor canción por “Fight for You”, de “Judas and the Black Messiah”, señaló: “El conocimiento es poder. La música es poder. Siempre voy a luchar por nosotros, por mi gente y por todo aquello que es justo. Creo que eso es lo que hace la música y el poder contar historias”.

Reivindicaciones que sirvieron para poner calidez a una gala fría, en la que la distancia física pesó más que el glamour y el brillo habitual de estas galas.