Adriana Ruano ha hecho historia al obtener la primera medalla de oro para Guatemala en los Juegos Olímpicos de París 2024 en la disciplina de tiro al plato. Su victoria no solo representa un logro personal, sino también un hito nacional.
Su primera parada tras el triunfo fue Roma, donde tuvo la oportunidad de mostrar su medalla al papa Francisco.
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Adriana compartió la emoción de su triunfo con el pontífice. “Le enseñé la medalla. Le conté que fue la medalla para Guatemala y que me la bendijera”, relató Ruano. Además de la medalla, Adriana entregó al papa un pin de la delegación de Guatemala, símbolo de la participación del país en los Juegos Olímpicos.
Un tributo a su padre
El logro de Adriana tiene un significado especial, pues está dedicado a su padre, quien falleció un mes antes de sus primeras olimpiadas en Tokio. “Todo este tiempo, esta semana, me he puesto a pensar qué diría mi papá, cómo estaría”, compartió Ruano, reflejando el profundo vínculo que mantiene con su padre y su fe.
Aunque Adriana Ruano es ahora conocida por su éxito en el tiro al plato, su carrera deportiva comenzó en la gimnasia. Practicó este deporte durante 14 años, con el sueño de competir en los Juegos Olímpicos. Sin embargo, a los 16 años, una lesión en la columna cambió su rumbo. “El médico fue claro y me dijo: ‘Mirá, regresar a la gimnasia no es opción’”, recordó Adriana. Esta adversidad la llevó a reinventarse y encontrar su pasión en el tiro al plato.
Adriana Ruano, mirando hacia el futuro
Tras su histórico triunfo, Adriana Ruano regresará a Guatemala con la medalla de oro, pero su mirada ya está puesta en los próximos Juegos Olímpicos.
Su historia es un testimonio de perseverancia y determinación, inspirando a futuros atletas guatemaltecos a soñar en grande y superar cualquier obstáculo en su camino. [Con información de ROME REPORTS en Español]
