Unos 3,000 habitantes de 86 comunidades y 18 barrios del municipio de Pantelhó, en el estado de Chiapas, México, tomaron control de la plaza principal y la sede del palacio municipal.
En la revuelta, los pobladores señalaron que no permitirán el regreso de un grupo de sicarios denominado “Los Herrera” y sus aliados. Tampoco el ingreso al municipio de la actual alcaldesa y ni de su esposo el alcalde electo. Desde la noche del lunes y durante la madrugada del martes, los habitantes de las 86 comunidades buscan, casa por casa, a los sicarios. Los acusan de estar al servicio de las autoridades de Pantelhó.
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Precisamente el lunes, unos 200 integrantes del grupo civil armado llamado “El Machete” irrumpieron de manera violenta en el municipio en busca de integrantes de “Los Herrera”. A medida de presión, revisaron y quemaron casas, acciones de las que fueron testigos agentes de la Guardia Nacional, pero en las que no intervinieron.
#AzucenaxMilenio | En #Pantheló, #Chiapas, pobladores acompañados del grupo #ElMachete tomaron la cabecera municipal para hacer “justicia por propia mano” pic.twitter.com/KK6Zoc7ZCc
— Azucena Uresti (@azucenau) July 28, 2021
Actividades paralizadas en municipio de México
Ante medios, acusaron la lentitud con la que actúa el gobernador del estado, Rutilio Escandón, contra los grupos delincuenciales que azotan desde hace 20 años la zona y quienes han escalado los niveles de violencia.
Por los hechos, las actividades comerciales y económicas se han paralizado en la región al igual que las festividades religiosas, que fueron suspendidas. Incluso, organizadores de las fiestas patronales recorrieron una procesión para pedir ayuda y la intervención divina de la virgen de Santa Catarina, patrona de Pantelhó.
“Le pedimos a la Virgen que haya paz, que vuelva la tranquilidad al municipio como antes”, dicen algunos de los creyentes.
Ante estas plegarias, unos de los militantes de El Machete señaló: “esta gente no miente, quiere paz y justicia, nosotros no venimos a dividir. Queremos que ya no asesinen a nuestros hermanos”.
En tanto, otro habitante, en tono molesto, gritó: “queremos libertad, tenemos hijos y mujeres que merecen vivir en paz, no es justo”.
Fuerzas de seguridad replegadas
Debido a esta movilización, agentes de la Guardia Nacional, del Ejército mexicano y de la Policía estatal, se replegaron en sus cuarteles improvisados y otros instalaron un retén a tres kilómetros del municipio.
De hecho, cuando comenzó la revuelta, los agentes de las Fuerzas Federales fueron presionados por los habitantes para dejar el lugar donde quemaron una patrulla y una ambulancia. Al igual que unas 20 viviendas donde enfurecidos vecinos aseguraban se encontraban los sicarios.
Las fachadas y muros de negocios, casas y oficinas del municipio muestran las huellas del fuego que consumió todo lo que se encontraba en el interior y muchos de los objetos quedaron esparcidos por las calles.
La reacción de las comunidades y sus pobladores, además de la del grupo civil armado, ocurrió cuando corrió el rumor de que uno de los mandos de “Los Herrera” había llegado al lugar y fue entonces que se agruparon y tomaron el control del lugar desde el lunes por la tarde.