De acuerdo a estudios, el consumo de productos lácteos pueden ayudar a prevenir o controlar enfermedades cardiovasculares. 

La leche de vaca es uno de los alimentos más completos que contribuye con el buen estado nutricional. Pues esta aporta gran variedad de nutrientes como proteínas, vitaminas A, B2, B12 y D. Además de minerales tales como calcio, fósforo y magnesio que previenen diferentes enfermedades.

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Por esta razón, el consumo de lácteos es de vital importancia para el desarrollo y formación del cuerpo desde el nacimiento hasta la etapa de la vejez.

Según la OMS en su reporte de diciembre 2020, las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo. Y Guatemala también la sitúa dentro de sus principales causas.

Es bien sabido que la alimentación juega un papel muy importante en la prevención de muchas enfermedades. Según distintos estudios llevados a cabo a nivel mundial, el consumo de productos lácteos muestra beneficios considerables en el organismo, relacionados a la prevención de enfermedades relacionadas con el corazón.

Productos lácteos para la prevención de enfermedades cardiovasculares

Una porción de leche entera contiene calcio, magnesio y potasio, tres de los nutrientes esenciales para el cuidado de la salud del corazón. El calcio podría jugar un papel importante en la prevención de la enfermedad cardiovascular. Dado su impacto sobre la presión arterial, lípidos sanguíneos y control del peso.  El consumo diario de al menos 1 taza de leche de vaca nos proporciona aproximadamente 296 mg de Calcio y 387 mg de Potasio. Lo que significa un 37% y un 11% de la recomendación diaria.

Por otra parte, la vitamina D favorece la absorción de nutrientes e influye en la coagulación. Los productos lácteos proveen 50% de esta vitamina que se requiere diariamente y casi la mitad de la ingesta de calcio que requiere el corazón, músculos y nervios para su adecuado funcionamiento. La vitamina D facilita el proceso de absorción de estos nutrientes e influye en el proceso de coagulación de la sangre. La ausencia de vitamina D puede aumentar el riesgo de padecer enfermedades cardíacas y diabetes al estar vinculada con la circulación y los procesos de absorción de la glucosa.

Recomendaciones nutricionales

A nivel mundial se han elaborado recomendaciones nutricionales para prevenir o controlar los padecimientos del corazón, el siguiente es un compendio de estas recomendaciones: Consumir cereales al menos un 50% en versiones integrales ricas en fibra dietética; comer 5 frutas y vegetales al día es muy bueno, 8 al día es una meta ideal para el corazón; en cuanto a los lácteos, se recomiendan 3 porciones diarias descremados o semidescremados como leche, yogurt y queso.

Por otra parte, se recomienda consumir carnes blancas y pescados, máximo 2 veces a la semana carnes rojas y al menos 2 veces a la semana pescados ricos en omega 3 como el atún, salmón, trucha o sardinas; preferir las grasas saludables y reducir las grasas saturadas o trans; consumir productos bajos en sodio, recomiendan porciones que tengan menos de 140mg; consumir alcohol con moderación, esto significa 1 bebida máximo por día para mujeres o 2 máximo para hombres, menos si se puede; y, finalmente, consumir 1 vez a la semana postres, helados, etc. Y si consideramos el azúcar de mesa como tal máximo 6 cucharaditas de azúcar diaria.

Por otro lado, es importante considerar que los alimentos están formados por nutrientes y otros componentes que pueden interaccionar entre sí. Por esto, la nutrición como la conocemos hoy está cambiando para ser repensada y no enfocarse únicamente en los nutrientes individuales de los alimentos. La composición de los lácteos, gracias a las interacciones que se producen entre sus nutrientes y componentes contribuye a mejorar el estado nutricional de las personas, además de tener efectos beneficiosos sobre las enfermedades crónicas no transmisibles como las cardiovasculares.