Rusia entró hoy en una semana de vacaciones, medida que adoptó el presidente, Vladímir Putin, para tratar de frenar el avance del coronavirus. La pandemia en ese país ya se cobró la vida de 44,265 pacientes solo el mes pasado.

Las vacaciones con goce de sueldo, que coinciden con el puente del Día de la Unidad del Pueblo de Rusia el 4 de noviembre, se imponen en todo el país. Eso sí, 13 regiones, entre ellas la capital, Moscú, adelantaron esta medida unos días para prolongar las restricciones. En seis regiones, Voronezh, Nizhny Novogorod, Novogorod, Kursk, Samara y Perm los días no laborables entraron en vigor el pasado día 25. Mientras que en otras 7, en particular en Moscú, medida comenzó el jueves.

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La viceprimera ministra y encargada de la lucha contra el COVID, Tatiana Gólikova, dijo que la situación epidémica mejoró en 13 entidades rusas entre el 22 y 29 de octubre. Pero se mostró preocupada por el hecho de que “muchos rusos planearon viajar a otras regiones” durante las vacaciones.

Rusia encadena desde hace semanas cifras récord de muertes, con más de mil muertes al día, y de contagios, con cerca de 40,000.

El mes negro de Rusia

Según la agencia de estadísticas Rosstat, solo en septiembre fallecieron 44,265 pacientes de coronavirus, cifra que es menor que en agosto cuando se reportaron 49,930; julio, con51.044, pero casi el doble que en junio 27,443. Sin embargo, aún no se publicar los datos de octubre, un mes negro para Rusia.

En virtud del decreto de Putin, las regiones pueden prolongar las vacaciones retribuidas conforme a la situación epidémica.

En la mayoría de las entidades rusas se han implantado medidas restrictivas junto a los días no laborables, como el cierre de comercios y empresas no esenciales.

También se prohíben de eventos deportivos, culturales y de entretenimiento masivos, se han cerrado guarderías y colegios, y se ha ordenado la obligatoriedad de mostrar el código QR en museos o teatros, que solo pueden acoger la mitad del aforo normal, entre otras medidas