Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 91 por ciento de la población vive en lugares donde la calidad del aire supera los límites de contaminación que dicha organización recomienda en sus directrices.

Esta contaminación y la exposición humana a los contaminantes estan relacionados con nuestro modelo de movilidad actual, que es un gran emisor de CO2, y con el transporte, sobre todo por carretera, que produce cerca de una cuarta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero, según los datos que maneja la compañía especializada en servicios de salud y bienestar Sanitas.

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Los problemas que generan estos hechos en el medioambiente y en la salud ponen de manifiesto la necesidad de impulsar iniciativas de movilidad que reduzcan las emisiones contaminantes, explica Catherine Cummings, directora de Sostenibilidad y Relaciones Institucionales de Sanitas.

Dejar el carro y usar la bicicleta. (Foto: Elina Sazonova en Pexels)

Mejorar la salud de las personas y el mundo

Tanto el empleo de la bicicleta, un transporte sostenible y saludable, como el desplazamiento a pie, repercuten positivamente en el medioambiente y en nuestra salud al mejorar la calidad del aire que respiramos, hacer frente al sedentarismo y fomentar unos buenos hábitos de vida, según Cummings.

También existen otras alternativas de movilidad sostenible como el uso del patinete eléctrico o el transporte público, asegura.

Según las recomendaciones de la OMS es necesario dedicar como mínimo 150 minutos (dos horas y media) semanales a practicar una actividad física aeróbica de intensidad moderada, aunque si es posible recomienda subir ese lapso al doble, a 300 minutos (5 horas) por semana, informa Sanitas.

Consideran que es un objetivo alcanzable ya que con una caminata diaria de 6.000 pasos se cumplimentarían estas recomendaciones saludables logrando una mejoría del estado físico, al mismo tiempo que se generaría un impacto positivo en el entorno.

Aunque desplazarse a pie no siempre es viable, sobre todo en las grandes ciudades, siempre existe la posibilidad de recorrer al menos una parte del trayecto a pie, señala Cummings.

Dar 6.000 pasos diarios y dejar el coche en casa un día a la semana, para desplazarse a pie o en bicicleta, como propone la iniciativa ‘Healthy Cities’ (ciudades saludables) que promueve estilos de vida y entornos urbanos saludables, ayuda simultáneamente “a cuidar el planeta y lograr vidas más largas, sanas y felices”, según esta misma fuente.

En la edición 2021 de ‘Healthy Cities’ en la que participaron 80 empresas que suman en conjunto unos 280.000 empleados, se consiguió evitar la emisión a la atmósfera de 7.102 kilogramos de CO2 en 6 semanas, apuntan.

La movilidad sostenible aporta los siguientes beneficios medioambientales, físicos y mentales, según Cummings.

Caminatas en familia y en la naturaleza. (Foto: IMEO)

Ciudades más limpias, planeta más habitable

La bicicleta, los vehículos eléctricos o las caminatas son opciones de movilidad que no contaminan, contribuyen a reducir el ruido provocado por los automóviles de combustión, y ayudan a frenar el efecto invernadero y el calentamiento del planeta, al disminuir la emisión de gases contaminantes, sostiene

Mejora del ánimo y reducción del estrés

“Al hacer deporte, nuestro cuerpo genera endorfinas, unas hormonas que disminuyen la sensación de dolor, alivian la sintomatología ansiosa y depresiva, y mejoran nuestro bienestar emocional”, explica la psicóloga Margarita Carrasco, del servicio de medicina digital BluaU, de Sanitas.

Añade que “los paseos en bicicleta pueden ayudar a aliviar la sensación de angustia y malestar emocional”.

Beneficios para la retentiva

El ejercicio aeróbico derivado de caminar o pedalear aumenta el flujo sanguíneo que llega a partes muy específicas del cerebro, lo que ayuda a mantener una buena memoria y actividad mental, según Sanitas.

Aumento de la calidad de sueño

Aprovechar los desplazamientos para mover el cuerpo, hace que el organismo segregue sustancias que aumentan la relajación corporal y mental, ayudando a detener las preocupaciones diarias, fomentar la concentración y a mejorar el bienestar emocional, consiguiendo un sueño más reparador, según esta misma fuente.

Control de la obesidad y el colesterol

“Mantenerse físicamente activo sin realizar un alto esfuerzo, aumenta la tasa metabólica, activa nuestros músculos y ‘quema’ grasa corporal cuando lo combinamos con una buena nutrición, ayudando a evitar problemas como el exceso de peso, el aumento de los niveles de colesterol o la hipertensión”, según el entrenador Jesús Hernández, de Sanitas BluaU.

Fortalece toda la musculatura

“Al pedalear, caminar o desplazarnos en patinete eléctrico se activan los músculos de los glúteos, los cuádriceps y las pantorrillas, y los de la parte delantera de las caderas, así como los abdominales, para mantener el equilibrio”, según Hernández.

Apunta que además se fortalecen los músculos de los brazos y hombros al sostener el manillar de la ‘bici’ o al moverlos de manera natural al hacer los recorridos a pie.

Claves de la caminata saludable

“Caminar es uno de los ejercicios más recomendados para personas de cualquier edad ya que es una actividad física muy completa, que implica a todo el cuerpo y que puede realizarse de forma sencilla en el día a día”, explica a EFE Daniel Rivas, entrenador personal de BluaU.

Habitualmente se aconseja alcanzar una determinada cantidad de pasos diarios (6.000, 8000 o 10000) como referencia, y la clave reside en “hacer un poco más que la semana anterior y evaluar todas aquellas acciones del día a día que podamos para incorporar este tipo de movimiento”, según Rivas.

Señala que “no es lo mismo la caminata que hacemos para hacer nuestras acciones cotidianas (actividad física) que aquella que planificamos para mejorar nuestro estado de salud (ejercicio físico) y aconseja diferenciar e incluir ambos tipos de actividad en nuestra rutina semanal.

“Durante la marcha los brazos deben ir libres para que el movimiento sea más natural y eficiente. A veces vamos cargados de cosas que no benefician este movimiento e incluso lo perjudican, como maletines, maletas o bolsas”, puntualiza.

Este experto también recomienda usar un calzado adecuado, que ayudará a conservar la postura, garantizará una correcta pisada y evitará rozaduras o ampollas.

Desplazarse a pie es muy saludable. (Foto Sanitas)

La salud viaja “en bici”

Por otra parte, el desplazamiento en bicicleta permite a quien lo practica realizar una actividad física beneficiosa para los sistemas cardiovascular y musculoesquelético, asegura Rivas.

Para mantener una buena postura y prevenir lesiones al ir sobre nuestra bicicleta, es esencial colocar correctamente el sillín y el manillar, y utilizar ropa, calzado y un casco adecuado, para desplazarse de manera segura, recomienda.

Si pedaleamos “con constancia veremos progresos en nuestra condición física que nos animarán a aumentar poco a poco la duración e intensidad de nuestras salidas en bici”, señala Rivas, que recomienda contar asesorarse con un profesional de la actividad física para planificar los entrenamientos.