Al obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, Silvio José Báez Ortega, las autoridades judiciales de su país le retiran la nacionalidad. El religioso, quien se convirtió en el segundo miembro de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, agradeció a Dios por ser nicaragüense.

“¡Dios de la vida y de la liberación! Te doy gracias por ser nicaragüense”, exclamó en Twitter el influyente obispo. El religioso se encuentra fuera de Nicaragua desde hace cuatro años por decisión del papa Francisco por motivos de seguridad.

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Ser nicaragüense es “un orgullo que nadie jamás podrá arrebatarme”, agregó Báez, un férreo crítico del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, y que ahora reside en Estados Unidos.

“Te pido que nos guíes en el camino hacia la liberación de nuestro país, en donde el pueblo es oprimido y tu santa Iglesia perseguida. Por Cristo, nuestro Señor”, exhortó el religioso en su publicación, en la que compartió un arte en la que una mano alza la bandera de Nicaragua, con un mensaje al lado: “¡Un pueblo crucificado, siempre resucitará!”.

Obispo Baez los califica de criminales

Las autoridades de Nicaragua despojaron el miércoles de su nacionalidad a otros 94 nicaragüenses. Con ellos suman 317 en la última semana, incluido el obispo Rolando Álvarez. El religioso recibió una condena de más de 26 años de prisión. Esto tras negarse a ser desterrado por el Gobierno de Ortega a territorio estadounidense.

También están los 222 presos políticos que fueron excarcelados y expulsados hacia Estados Unidos el 9 de febrero pasado, incluido 11 religiosos.

En la nueva lista de 94 nicaragüenses declarados apátridas sobresalen el obispo Báez. Así como los escritores Sergio Ramírez y Gioconda Belli.

El pasado 12 de febrero, durante su homilía, Báez calificó de “criminales” a quienes atentan contra la libertad de las personas inocentes. Quienes denigran su dignidad con falsedades. Se ensañan para humillarlas, las tratan con crueldad y las condenan injustamente, en referencia al obispo Álvarez y a los 222 presos desterrados.

“Son criminales quienes llevan a la cárcel a personas justas y quienes destierran a los ciudadanos de su propio país”, señaló el obispo carmelita.

Nicaragua atraviesa una crisis política y social desde abril de 2018, que se acentuó tras las controvertidas elecciones generales del 7 de noviembre de 2021, en las que Ortega fue reelegido para un quinto mandato, cuarto consecutivo y segundo junto con su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, con sus principales contendientes en prisión o en el exilio.