Sudáfrica descartó el uso de dos millones de vacunas contra el COVID-19 de Johnson & Johnson -J&J-, después de que EE.UU. avisara sobre el problema de contaminación en una fábrica de la empresa farmacéutica estadounidense.

La Autoridad Reguladora de Productos Sanitarios de Sudáfrica -SAHPRA- afirmó que se había decidido “no liberar vacunas producidas con lotes de sustancias farmacéuticas no adecuadas”.

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La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. -FDA- decidió liberar para su uso dos lotes de vacunas de J&J fabricadas en la planta de Emergent Biosolutions de Baltimore. Muchas vacunas se desecharon pues no cumplían con las condiciones para su aplicación.

La FDA no precisó cifras, pero The New York Times aseguró que son 60 millones las dosis que hay que desechar. Dicha cantidad sobre las 10 millones que se salvan y que están autorizadas para su uso.

La SAHPRA confirmó que “hay aproximadamente 300 mil dosis de lotes aprobados por la FDA que cumplen con los requisitos y, posteriormente, se liberarán y enviarán a Sudáfrica”.

La ministra sudafricana de Salud en funciones, Mmamoloko Kubayi-Ngubane, instó a los sudafricanos a mantener la calma, ya que no serán vacunados con las dosis contaminadas. “Estos lotes no se han utilizado. Así que creo que los ciudadanos sudafricanos no deberían entrar en pánico y lo que recibamos y usemos será aprobado”.

Sudáfrica en conversaciones con J&J para reemplazo de vacunas

El Gobierno sudafricano están conversaciones con J&J para reemplazar las vacunas descartadas, agregó Kubayi-Ngubane.

Sudáfrica ha acordado la entrega de 31 millones de la vacuna monodosis de J&J para ayudar a inocular a su población de unos 58,5 millones de habitantes.

El contratiempo de J&J se produce mientras que el país, epicentro de la pandemia en África, afronta una tercera ola de COVID-19 y sólo ha administrado poco más de 1,7 millones de vacunas.