El teatro Bolshói, cuna del ballet, anunció que sus empleados tomarán vacaciones a partir del 1 de junio. Esto, como parte de las medidas para afrontar los efectos de la pandemia del COVID-19.

“Tras hablarlo entre nosotros, valoramos la situación, decidiendo que la temporada 244 habrá que terminarla ahora”, dijo el director del teatro moscovita, Vladímir Urin, citado por la agencia TASS.

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Urin explicó que desde el 1 de junio gran parte de los trabajadores del mítico teatro se tomarán sus vacaciones anuales, que en caso de empleados de instituciones culturales asciende a 56 días.

“No creo que haya alguien que se aventure ahora a pronosticar lo que va a pasar luego”, dijo Urin respecto a los planes del teatro Bolshói. No hay claridad del futuro, quizá hasta finales del mes de julio. “Me gustaría pensar que para entonces ya será posible reanudar los ensayos y los preparativos para los espectáculos”, explicó.

Urin recordó que para los trabajadores del mundo de la cultura es especialmente difícil cumplir con todos los requisitos sanitarios a la hora de llevar a cabo sus labores rutinarias. Es difícil mantener el distanciamiento físico durante las pruebas teatrales y del ballet.

Situación similar en otros recintos culturales rusos

El Bolshói, junto con otros teatros federales rusos, cerró sus puertas desde mediados de marzo, dentro de las medidas para contener la pandemia del coronavirus. A pesar de ello, el Bolshói mantuvo parte de sus actividades en la red, en apoyo a su público en tiempos de coronavirus.

El Bolshói agradeció al Gobierno la ayuda financiera a instituciones culturales para sobrevivir la pandemia. Explicó que estos cubrirían parte de salarios de empleados y gastos de mantenimiento del teatro. “Actualmente carecemos de fuentes de ingresos”, explicaba Urin sobre la situación del Bolshói, coincidente con la de otros teatros del país.