La ciudad de Teotihuacán, considerada centro vital de Mesoamérica, pudo haber sido trazada a partir de la Pirámide de la Luna. De acuerdo con expertos del Instituto Nacional de Antropología e Historia, INAH, de México.

La Pirámide de la Luna se considera la segunda estructura principal de esta antigua urbe. Posee debajo una caverna natural que quizá influyó en el trazado de esta urbe prehispánica. Al contrario de la Pirámide del Sol, según lo detalló este lunes un boletín del INAH.

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Las doctoras Denisse L. Argote Espino y Verónica Ortega Cabrera consideran que el origen natural de la cueva ofrece una perspectiva novedosa sobre el origen de la planificación de Teotihuacán; que alcanzó su apogeo hacia los años 350-650 d.C.

La cueva es natural y no fue excavada. Sí lo son, las cavidades halladas bajo la Pirámide del Sol y el Templo de la Serpiente Emplumada, indicaron.

El texto, se publicó por las especialistas del INAH. Contó con ayuda de miembros de la Facultad de Ingeniería y del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM.

El aspecto que apuntala la teoría de que la Pirámide de la Luna pudo ser el punto de partida del diseño urbano, es una de sus primeras etapas constructivas, el llamado edificio 1, 100 a.C y 50 d.C., es “el monumento teotihucano más antiguo conocido” y es anterior al plan urbano que se observa actualmente.

Las especialistas resaltaron en su publicación la importancia de los túneles y cuevas en la ideología cósmica y la cultura mesoamericana en general y la teotihuacana en lo particular.

Estudios del INAH apuntan, además, que el nombre de Teotihuacán significa “Ciudad del Sol”, en lugar de “Ciudad de los Dioses” como se creía.