En 18 de los 22 departamentos que conforman Guatemala, hay registros de la presencia de la indumentaria maya. Esta es conservada en un alto porcentaje por las mujeres, no así los hombres, que optaron por vestir a la usanza occidental.

Por lo general existe un traje utilizado cotidianamente, otro para festividades y uno especial que es el que visten las personas que forman parte de las cofradías y hermandades, y desde el decenio de 1970 por las reinas o representativas indígenas; conocido como ceremonial.

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Gracias a las estelas, códices y figurillas, entre otros artefactos arqueológicos, se sabe que durante el período prehispánico, los mayas vestían atuendos especiales en diversas ocasiones, entre los que destacan los elaborados penachos de plumas utilizados por los hombres y algunas mujeres; así como los largos huipiles vestidos por damas pertenecientes a la nobleza de la época.

Con la llegada de los españoles se trajeron materias primas para la elaboración de prendas de vestir. Entre ellas la lana y la seda, las cuales prontamente incorporaron en la vestimenta ceremonial. También en esa época a las mujeres se les impuso el uso de velos o mantillas para cubrirse la cabeza cuando ingresaban a los templos. Muchas de estas prendas estaban confeccionadas con telas provenientes de España, Holanda e inclusive China.

Cofradías

Es en las cofradías en donde el uso de la indumentaria ceremonial está fuertemente enraizado. Estas instituciones las fundaron en el país poco tiempo después de la conquista española de 1524. Son organizaciones de fieles que tienen entre diversas funciones velar por el cuidado y culto del santo que tienen a su cargo. Así como participar en las actividades de las ferias patronales.

Las personas que forman parten de las cofradías utilizan prendas que, a pesar de tener semejanza con las de uso cotidiano y festivo, las diferencian de estas en cuanto a diseños y significación.

Por ejemplo, en las comunidades donde los hombres conservan el uso de su traje tradicional, el ceremonial va a estar constituido por camisa, pantalón, sobrepantalón, rodillera, saco, capixay, capas, su’t (especie de pañuelo o servilleta) y sombreros, tal como lo hacen los cofrades del municipio de Sololá. Aunque es necesario aclarar que no siempre van a vestir todas estas prendas a la vez. Tal como sucede con los cofrades del Niño del Santísimo de la ciudad de Quetzaltenango, quienes solo obvian el uso de la rodillera, capixay y sombrero.

En varios municipios del departamento de Chimaltenango, entre ellos la cabecera departamental, Comalapa, Patzún y Patzicía, los integrantes de las cofradías visten pantalones y camisas blancas; sacos y capas de colores oscuros; su’t brocados sobre los hombros o para portar las insignias que los distinguen como cofrades. Mientras que en Santa Catarina Palopó, Sololá los varones visten prácticamente a la usanza diaria. Con la diferencia que portan en sus manos los símbolos que los identifican como integrantes de las cofradías.

Coloridos

La indumentaria ceremonial femenina destaca por su colorido, así como por las prendas que forman parte de ella, entre las que se encuentra el nim p’ot (huipil grande), que es sin duda la pieza más significativa y con simbolismo del traje femenino. Huipiles y su’t son elaborados por las mujeres en telares de cintura, durante el tiempo que les queda libre, por lo que en la mayoría de casos sus precios son altos.

En la ciudad de Quetzaltenango, las capitanas de la cofradía de la Virgen del Rosario, mujeres de avanzada edad y viudas, visten el largo nim po’t, de fondo blanco con diseños predominantemente morados y amarillos.

Sus cabellos los arreglan por medio de una cinta 20 varas de largo, de fondo rojo, que da varias vueltas sobre la cabeza conocida como xaq’ap, y la cual según algunas informantes representa los 20 días del calendario maya, en ella predominan diseños de plantas y animales; en los extremos cuelgan pompones de diversos colores. Se suelen cubrir las sienes con mantillas de tela comercial.

En San Sebastián, Retalhuleu, las mujeres usan también el xaq’ap, solo que de fondo magenta o corinto. Con figuras de alacranes y mariposas en colores contrastantes. Visten además un corte multicolor de seda, blusa de blonda y paño, elaborado en el telar de cintura.

Nim po’t

Por lo general el nim po’t lo utilizan fuera del corte y colocado encima del huipil de diario. Es una prenda amplia, elaborada en algunas ocasiones en tres lienzos. En varios municipios del departamento de Chimaltenango, como Comalapa y San Martín Jilotepeque, las mujeres se colocan el huipil ceremonial sin sacar las manos por las mangas, modalidad que también es observada en los municipios sololatecos de Nahualá y Santa Catarina Ixthuacán.

En Tecpán Guatemala, Chimaltenango, el sobrehuipil está confeccionado en algodón café, conocido como cuyuscate. Mientras que en San Pedro Sacatepéquez, Guatemala, los huipiles ceremoniales utilizados por las texeles. Caen sobre los hombros, dejando en la espalda lucir una diversidad de diseños, entre ellos el árbol de la vida y el chompipe.