[su_quote cite=”Jorge Luis Cabrera, gerente general de InterBanco ” url=”Tradición oral de San José Pinula, Guatemala.”]En un alejado caserío del antiguo San José Pinula, pueblo de carretas, vivía gente sencilla, creyente y una bruja, quien se enamoró del más gallardo de los muchachos del pueblo. El muchacho, por su gran fe cristiana, no quiso tener nada con la bruja, pero ella, valiéndose de artificios oscuros, logró conquistarlo y así vivió con él mucho tiempo. Nadie en el pueblo estaba de acuerdo con esa unión, mucho menos el cura quien en sus prédicas denunciaba el hecho; pasaron los años y aquel muchacho, ya mayor, tuvo una enfermedad incurable y pidió a la bruja que si se moría, le dieran los santos oficios en el templo josefino. Al solicitarle al sacerdote la última petición de su amado la bruja recibió la negativa debido al pecado arrastrado en sus vidas, a lo que la vieja bruja replicó: “Por las buenas o por las malas”, así que al morir el hombre “enyugó” los bueyes a la carreta y puso la caja con el cuerpo muerto, cogió su escoba, su machete y se encaminó al templo. Los bueyes iban con gran rapidez pero al llegar a la puerta, el sacerdote les dijo “En el nombre de Dios paren”, y los animales hicieron caso, pero la bruja blasfemaba contra lo sagrado. Entonces, el sacerdote perdonó a los bueyes por haber hecho caso, pero la bruja, la carreta y el muerto, aún vagan por Pinula, donde en algunas noches de luna se puede oír aún la vieja carreta paseando por las calles del pueblo, sin bueyes, arrastrada por la mano peluda del mismo diablo.[/su_quote]