La salida de España del rey emérito Juan Carlos I , y la manera en la que se ha gestado, ha puesto nuevamente en evidencia las discrepancias existentes entre los socios del Gobierno de coalición presidido por el socialista Pedro Sánchez, que mantienen posiciones muy distintas sobre ese asunto y sobre el futuro de la monarquía.

La Casa Real anunció el pasado lunes que Juan Carlos de Borbón, el rey emérito Juan Carlos I, de 82 años, había tomado la decisión de abandonar España para no perjudicar el reinado de su hijo, Felipe VI. Tras las informaciones publicadas en las últimas semanas sobre sus posibles negocios ocultos, que amenazaban con deteriorar la imagen de la monarquía en el país.

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El destino actual del anterior jefe de Estado español sigue siendo desconocido. Portugal y República Dominicana encabezan las hipótesis de su paradero, un lugar que Sánchez aseguró ayer desconocer.

Casa de Campo, en la Dominicana, uno de los posibles destinos del rey emérito. (Foto: EFE)

Sánchez considera “adecuada” la salida de España de Juan Carlos I. Le permite a Felipe VI marcar distancia con su padre “ante posibles conductas irregulares”. El izquierdista Pablo Iglesias, lo considera una “huida indigna” para eludir la Justicia.

Mientras Sánchez defiende la institución monárquica, “porque se juzga a las personas, no a las instituciones”, Iglesias, republicano, considera que el rey emérito debería “dar la cara en su país y ante su pueblo” e insiste en que en España hay un debate social sobre la utilidad de la monarquía.

Entre tanto, el Tribunal Supremo rechazó hoy adoptar medidas cautelares contra Juan Carlos I ya que no tiene la condición de investigado. Muchos españoles han dado su solidaridad al monarca emérito.