El expresidente estadounidense Donald Trump sufrió un nuevo intento de asesinato después de que un individuo, que fue detenido por el Servicio Secreto y no llegó a disparar, se aproximara al campo de golf en el que estaba jugando el candidato republicano, armado con un rifle AK-47 con mira telescópica.
La Oficina Federal de Investigación (FBI, en inglés) confirmó lo que sucedió en el Trump International Golf Club de West Palm Beach, Florida. Además, que se investiga un aparente “intento de asesinato”.
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El suceso se produjo en torno a las 13:30 hora local. Lo primero que se supo a manos de la campaña republicana, unos minutos después, fue que el expresidente (2017-2021) se encontraba bien.
“Hubo disparos cerca de mí. Pero antes de que los rumores comiencen a salirse de control, quiero que escuches esto primero: ¡ESTOY A SALVO Y BIEN!”. Así lo apuntó poco después el propio Trump en un comunicado.
En un segundo mensaje, Trump, dijo que “su determinación (por volver a la Casa Blanca) es incluso más fuerte después de otro intento de asesinato” e invitó a sus seguidores a votar por él en las elecciones presidenciales del 5 de noviembre.
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Capturan a hombre que atentaría contra Trump en el campo de golf
Agentes del Servicio Secreto fueron quienes vieron a un hombre con un rifle junto a la valla del campo de golf perteneciente a Trump. El expresidente se encontraba jugando, a unos 300-500 metros.
El Servicio Secreto le disparó y este salió corriendo de entre unos arbustos en los que se estaba escondiendo, hasta el vehículo en el que intentó huir, una camioneta negra cuya matrícula logró fotografiar un testigo.
Gracias a esto, el individuo fue detenido unos minutos después en la carretera a bordo de su vehículo. En los arbustos se encontró el arma y también dos mochilas y una cámara deportiva GoPro.
Detalles sobre el hombre detenido
El detenido es un hombre de 58 años muy activo en las redes sociales llamado Ryan Wesley Routh que ha vivido en Carolina del Norte y en Hawái y había sido condenado hace más de 20 años por posesión de una ametralladora, según medios locales.
En 2002, según registros judiciales a los que han accedido varios medios, fue condenado por posesión de un arma de destrucción masiva: una ametralladora completamente automática.
Los registros también muestran condenas por portar un arma oculta, posesión de propiedad robada y atropello y fuga.
Según NBC se han presentado más de 100 cargos criminales contra Ryan Routh en Carolina del Norte.
El hijo del detenido dijo a CNN que no es propio de su padre “hacer algo loco y mucho menos violento”.
“No sé qué ha pasado en Florida, y espero que las cosas simplemente se hayan exagerado”, dijo al medio.
Las fuerzas del orden indicaron en la conferencia de prensa que el campo de golf está rodeado de arbustos y que cuando alguien se esconde en ellos queda prácticamente “fuera de la vista”. Según dijeron, la seguridad está limitada a la zona que el Servicio Secreto considera factible y esa organización “hizo lo que tenía que hacer”.
Kamala Harris se pronuncia
A través de X, la vicepresidenta y candidata demócrata, Kamala Harris, quien se enfrentará a Trump en las urnas en 51 días, afirmó que se alegraba de que el expresidente estuviera a salvo. “La violencia no tiene cabida en Estados Unidos”, apuntó.
También a través de X, el compañero de fórmula de Trump, el senador por Ohio J.D. Vance, explicó que habló con él antes de que se hiciera pública la noticia y que “sorprendentemente estaba de buen ánimo”.
“Todavía hay muchas cosas que no sabemos, pero esta noche abrazaré a mis hijos con mucha fuerza y rezaré una oración de gratitud”, apuntó.
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El resultado del intento de asesinato ha sido muy distinto a lo sucedido el pasado 13 de julio, cuando Trump fue herido durante un mitin en Butler (Pensilvania), después de que un joven de 20 años le disparara con un fusil hiriéndole en la oreja derecha.
El Servicio Secreto abatió al agresor, quien disparó desde un lugar elevado fuera del recinto, donde una persona del público murió por herida de bala.
El suceso provocó numerosas dimisiones por las fallas de seguridad, incluso la de la entonces directora del Servicio Secreto estadounidense, Kimberly Cheatle.