Miles de personas salieron este sábado a las calles de Roma para dar el último adiós al papa Francisco. Su cortejo fúnebre, en su viaje hacia la tumba, bordeó el Coliseo, la histórica iglesia de los jesuitas, y pasó por los antiguos vestigios de los Foros Imperiales.
El último viaje del pontífice argentino fue en un papamóvil que transportó su féretro hasta su tumba en la basílica romana de Santa María La Mayor.
Lee también: Bernardo Arévalo asiste a misa en honor al papa Francisco en Guatemala
El ataúd salió de las murallas del Vaticano a las 12:30 hora local (10:30 GMT) por la Puerta del Perugino. Esta entrada da acceso a la Casa Santa Marta, la residencia pontificia que albergó a Francisco durante más de doce años.

Cortejo papa Francisco reúne a miles en su paso por sitios históricos de Roma
Después de salir, el papamóvil recorrió una soleada y primaveral Roma a lo largo de seis kilómetros. Durante todo el trayecto, miles de personas abarrotaron las aceras, corearon su nombre emocionados o capturaron el momento con sus teléfonos.
La Santa Sede informó que el cortejo fúnebre reunió a 150,000 personas en las calles de Roma.
El vehículo cruzó uno de los puentes monumentales sobre el río Tíber para entrar en la avenida Vittorio Emanuele hasta la plaza de Largo Argentina. Donde, según la tradición, asesinaron a Julio César.
El papamóvil bordeó la iglesia del Gesù, templo de gran valor para el primer papa jesuita, y llegó a la enorme Plaza de Venecia, invadida actualmente por las obras de la futura línea 3 del metro.
La gente se amontonó junto a las verjas del Altar de la Patria y hasta en las alturas del monumento para presenciar el paso del pontífice.

El cortejo papa Francisco culmina en Santa María La Mayor
El cortejo continuó su marcha solemne, sin pausas, por la vía de los Foros Imperiales, entre los palacios de antiguos emperadores y pontífices. Finalmente, llegó a la sombra del Coliseo, donde Francisco solía presidir el Vía Crucis del Viernes Santo.
Nadie quiso perderse esa imagen de despedida. Vecinos y turistas despidieron en masa al papa argentino.
Tras bordear el Anfiteatro Flavio, el papamóvil se dirigió hacia la basílica de Santa María La Mayor, un sitio muy querido por Francisco. Allí acudía antes y después de cada viaje apostólico para rezar ante la Virgen Salus Populi Romani. Su última visita fue el 23 de marzo, tras salir del hospital.
A las puertas del templo, personas pobres e inmigrantes acogieron el féretro como un último gesto de respeto hacia el pontífice, quien siempre mostró atención a los marginados.
Los sediarios pontificios cargaron el ataúd en hombros e ingresaron al templo, encabezados por un crucifijo y seguidos por monjes, obispos, cardenales y otros miembros del clero, entre cánticos y coros solemnes.
Antes de llegar al sepulcro, el féretro reposó brevemente ante la Virgen Salus Populi Romani en la Capilla Paolina, donde unos niños colocaron cestas con rosas blancas.
Luego, fue llevado al sepulcro que Francisco encargó en vida, situado junto a la Capilla Paolina. La sepultura se realizó a puerta cerrada. El templo abrirá nuevamente al público el domingo por la mañana.
El papa argentino, fallecido el lunes pasado a los 88 años, fue despedido también este sábado con un funeral en la plaza de San Pedro del Vaticano. Al acto asistieron unas 250,000 personas y delegaciones de unos 140 países y organizaciones del mundo.