La suerte del Barcelona, al borde del abismo en varios momentos de la temporada, parece haber cambiado tras ganar la Copa del Rey; este fue el título que le dio alas para seguir remontando en una Liga Santander que liderará si gana el jueves su partido atrasado contra el Granada.

“Tenemos LaLiga en nuestras manos”, proclamaba este domingo Antoine Griezmann después de comandar la victoria de su equipo con un doblete en Villarreal; y antes de que el todavía líder, el Atlético de Madrid, volviera a tropezar en Bilbao.

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Esas palabras hubieran sonado a imposible en muchos otros momentos, como cuando el Barsa iba 12 puntos por detrás de los rojiblancos en el primer tercio de la liga; o, sin ir más lejos, cuando los azulgranas perdieron en el campo del Real Madrid hace dos semanas.

Aquel clásico hizo que todo se tambaleara en la mente de algunos futbolistas, como demostró el reproche filtrado de Jordi Alba a Gerard Piqué en una arenga posterior al encuentro.

Sin embargo, el 0-4 conseguido por los catalanes ante el Athletic en la final de Copa levantó morales e hizo ver que un doblete era posible incluso en esta temporada considerada por muchos de transición.

“Nunca he dicho que el doblete era imposible, depende de cada partido. Estamos metidos y tenemos mucha hambre de poder ganar un título grande. La clave es ir partido a partido”, reconoció ayer el técnico de un equipo hambriento, Ronald Koeman.

Pero el entrenador holandés también avisó: “Si ganamos los seis -partidos- que quedan es nuestra, pero queda mucho y rivales muy duros”.

El Barcelona le apunta al liderato

Para lograr el pleno en las seis jornadas restantes para los azulgranas -son cinco para sus rivales directos-, el Barcelona se aferra a esa mezcla de juventud y veteranía que le ha llevado a estar con opciones de liderato cuando ya se vislumbra el mes de mayo.

La defensa de tres centrales parece inquebrantable para Koeman, convencido de la seguridad que aporta esa línea tanto al centro del campo como al portero sin restar opciones a los de arriba.

Piqué, renacido tras una temporada marcada por sus largas lesiones, se ha erigido en el mariscal de la zaga, bien secundado por un tan joven como aparentemente indiscutible Óscar Mingueza, siempre con un ojo puesto atrás y otro delante.

La lucha por el título

Mientras el equipo resucitaba, Koeman no ha mirado demasiado al banquillo, consciente de que nunca fue un entrenador “que cambia mucho si un equipo funciona”, como él mismo reconoció hace una semana.

Algunos jugadores, como Pedri, parecen estar al borde de sus fuerzas y el Barcelona necesitará de todas sus piezas para afrontar los últimos seis compromisos con vistas a alzar el título liguero.

La lucha entre Atlético -73 puntos-, Madrid -71-, Barcelona -71- y Sevilla -70- invita a no guardarse un gramo de fuerza, ya que entre los colchoneros, líderes, y los hispalenses, cuartos, solo media una victoria de distancia.

El Barça, en cualquier caso, depende de sí mismo para colocarse en la cima de la tabla este mismo jueves si salda con victoria en el Camp Nou su partido atrasado contra el Granada, una cita que afrontará sin olvidar el choque directo contra el Atlético el 8 de mayo.