Un gol de Ivan Rakitic en el minuto 71 dio la victoria al Barcelona ante el Athletic Club 1-0; este resultado mantiene a los azulgranas con opciones de revalidar el título de LaLiga Santander. Además le permite retomar el liderato a la espera de lo que haga este miércoles el Real Madrid contra el Mallorca.

Pese a la victoria, pinta mal este Barsa. Sin energía, sin espíritu, sin alma. Y sin el cobijo del Camp Nou. Aunque quién sabe si, tal como está el equipo de Setién, jugar a puerta cerrada en su propio estadio y ahorrarse los pitos de su afición es un analgésico para tanta depresión.

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Salió mejor el Athletic, que solo conocía la victoria esta temporada ante los azulgranas, a los que ya ganó dos veces en San Mamés: en la Liga y en la Copa. Y que, hasta hoy tampoco sabía lo que era perder en la “nueva normalidad” de la competición.

El Barcelona tuvo mucho trabajo para conseguir la victoria. El Athletic se mostró como tradicionalmente es, un equipo sólido, aguerrido, fuerte y peligroso en el ataque. De hecho el portero catalán, Marc André Ter-Stegen tuvo trabajo desde los primeros instantes del partido al salvar su arco casi al inicio.

Luego de una primera parte sin goles, el Barsa iba a aprovechar las pocas opciones que le dejaba el equipo de Bilbao.

Quedaban veinticinco minutos para el final y el Barcelona se fue en busca de la victoria. Lo hizo con escasa lucidez, poca inspiración y aún menos aciertos; pero al menos con más deseo que su rival. Y el 1-0 llegó casi por inercia.

Un ataque local mal rematado por Arturo Vidal y que Messi no supo resolver en el rechace acabó en los pies de Rakitic quien ingresó al área y fusiló al portero Unai Simon.

El Barsa se salvó cuando Raúl García no acertó a cabecear una salida en falso de Ter Stegen y Núñez cabeceó alto en el tiempo añadido, antes de que el Barcelona tuviera la más clara de todo el partido: un doble remate de Arturo Vidal y Ansu Fati, cuando este último la estrelló en el poste.