En un emotivo reconocimiento, Urbano López Mazariegos, conocido cariñosamente como el “Reforestador de Occidente”, fue aclamado como “Amigo del Bosque” por el Instituto Nacional de Bosques (INAB), en virtud de sus 65 años de incansable dedicación a la reforestación en Guatemala.
Originario del municipio de Palestina de Los Altos, Quetzaltenango, don Urbano ha dejado una huella imborrable en la historia ambiental del país. Su contribución va más allá de la simple plantación de árboles, ya que también lo reconocen como el pionero en el establecimiento de plantaciones de pinabete con fines navideños, fusionando la tradición con la sostenibilidad.
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Cada año, al inicio del invierno, don Urbano despliega una admirable iniciativa al reproducir miles de volantes informativos, donde comparte su sabiduría y promueve los innumerables beneficios de los bosques. Su compromiso con la reforestación de Guatemala se traduce en un llamado a la acción, invitando a la comunidad a unirse a la noble causa de preservar la naturaleza.
La historia de Urbano López Mazariegos no solo es un testimonio de su dedicación para con la tierra, sino también un ejemplo vivo de educación comunitaria. Ha enseñado a comunidades enteras sobre la importancia de la cultura forestal, creando conciencia y fomentando la responsabilidad ambiental.
El reconocimiento otorgado por el INAB destaca el papel crucial de don Urbano como líder en la preservación de bosques. Su legado es una fuente de inspiración para las generaciones futuras, recordándonos la importancia de cuidar y respetar nuestro entorno natural. Urbano López, un verdadero amigo del bosque, representa un faro de esperanza y compromiso hacia un futuro más verde y lleno de vida.