Valerie Gruest, la nadadora olímpica guatemalteca, anuncia su retiro

La nadadora guatemalteca olímpica, Valerie Gruest, decidió romper el silencio y anunció los motivos que la llevan a retirarse de la natación competitiva.

“Hoy, rompo el silencio y anuncio oficialmente mi retiro de la natación competitiva. Sufrí abusos psicológicos, físicos y sexuales mientras crecía, pero nunca pude hablar”, fueron las duras palabras con las cuales Gruest publicó en su red social de Instagram.

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“Me estaba escondiendo detrás del miedo de mi abusador, llevándome a actuar como si todo estuviera bien cuando no lo estaba. Comparto mi historia con ustedes… aquí está la verdad detrás de mi sonrisa”, escribió la nadadora nacional.

Valerie Gruest reconoció que el contenido de la carta, es lo más difícil que ha escrito. “Sin embargo, las palabras en esta página son las palabras más poderosas, liberadoras y sinceras que he escrito”, reconoció.

“La natación me desafió a siempre superar mis límites para convertirme en una mejor versión de mi misma y me dio el coraje de luchar por mi libertad. Incluso cuando las cosas se pusieron difíciles”, señaló Gruest.

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Valerie Gruest habla del abuso sexual “mientras crecía”

Una parte impactante de su carta de retiro fue el reconocimiento de ser víctima de abusos sexuales.

Gruest escribió las siguientes líneas: “Mi realidad auténtica a lo largo de mi vida ha sido completamente diferente de lo que todos han podido ver. Soporté abuso psicológico, físico y sexual mientras crecía”.

Ante esta situación, la misma nadadora asegura que “no fue hasta hace tres años que puede separarme de mi abusadora para detener este ciclo y procesar estos eventos”.

Una vida deportiva llena de obstáculos

Gruest, quien obtuvo dos carreras universitarias en Estados Unidos, explicó que a lo largo de su carrera tuvo que “superar lesiones”.

“Tuve que superar más lesiones de las que puedo contar. Me sometí a cuatro cirugías reconstructivas y luché por mi salud mental”, reconoció.

Continúo: “Llegué a mi punto de ruptura, tanto física como mentalmente, lo que me llevó a despedirme del deporte que me enseñó las mejores lecciones de vida: trabajo duro, disciplina, superación de las dificultades, nunca rendirse y luchar por nuestros sueños”.

Por último, en relación a su retiro, escribió: “De esta manera, mi retiro fue una de las más difíciles, pero una de las mejores decisiones que he tomado”.

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¿Qué viene de aquí en adelante para la nadadora olímpica?

Los planes de Valerie ahora van enfocados a compartir sus experiencias como mujer latinoamericana, investigadora, atleta olímpica, artista y sobreviviente, con la esperanza de afectar positivamente a otros con historias similares.

Valerie Gruest es hija de la también exnadadora olímpica -Los Ángeles 1984-, Karin Slowing y sobrina de Melanie Slowing, competidora de los olímpicos en Atenas 2004.