Un grupo de investigadores de la Universidad Estadual de Campinas (Unicamp) en Brasil ha descubierto el segundo vertebrado más pequeño del mundo: un sapo-pulga del género Brachycephalus. El pequeño ejemplar mide 6,95 milímetros y puede posarse en una uña humana.

Este hallazgo, financiado por la Fundación de Apoyo a la Investigación del Estado de São Paulo (Fapesp) y publicado en la revista PeerJ, muestra que este minisapo es solo 0,5 milímetros más pequeño que otra especie del mismo género encontrada en Bahía.

Lee también: Sube a 19 el número de muertos en sur de México tras enfrentamiento de grupos criminales y el Ejército

Proceso de miniaturización y características únicas

A pesar de su parecido con sapos más grandes, el Brachycephalus dacnis desarrolló características únicas debido a su miniaturización. Su evolución lo llevó a tener fusiones óseas, pérdida de huesos y la ausencia de dedos y otras partes, explicó Luís Felipe Toledo, profesor en Unicamp y coordinador del estudio.

Esta especie es la séptima en su género, famoso por sus sapos venenosos y coloridos, como los sapos gota de oro. Estos, aunque más grandes, también carecen de ciertas estructuras, como partes del oído interno, lo cual les impide escuchar su propio canto.

Diferencias de canto entre especies similares

Fue el canto del nuevo sapo-pulga lo que captó la atención de los investigadores. Su aspecto es similar al de otra especie, el B. hermogenesi: ambos tienen piel marrón amarillenta, viven en el bosque y no presentan fase de renacuajo, ya que nacen en forma de sapo. Sin embargo, se distinguen por sus diferentes cantos, que les permiten identificarse en la misma región.