El Diario La Prensa de Panamá publicó un reportaje en el que explican cómo fue el intento fallido de fuga de Ricardo Alberto y Luis Enrique Martinelli Linares, hijos del expresidente de ese país Ricardo Martinelli cuando estuvieron arrestados en Guatemala antes de ser extraditados a Estados Unidos. 

Los hermanos Matinelli Linares huyeron de Estados Unidos, intentaron ingresar a su país, pero no lo lograron; el avión en el que viajaban tuvo que aterrizar para llenar combustible en Costa Rica. Pero las fuerzas de seguridad no permitieron que bajara nadie del avión, por lo que despegaron para El Salvador en donde permanecieron una noche y contaron con la ayuda del presidente Nayib Bukele, pero tuvieron que salir rumbo a Guatemala.

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Ya en Guatemala, buscaban juramentarse como diputados al Parlamento Centroamericano y lograr inmunidad, pero el día que lo intentaron estaba cerrado. Cuando intentaron salir del país los capturaron “por conspiración para cometer lavado de dinero implicando una actividad específica, según el código de Estados Unidos”.

En Guatemala, los hermanos Martinelli Linares recibieron ayuda.

El diario indica que el expresidente Martinelli, a través de su amigo Santiago Fascetto, habría contactado al estratega panameño de comunicaciones cercano al presidente guatemalteco Alejandro Giammattei, Poll Anria. Además, Martinelli habría sostenido al menos dos conversaciones telefónicas directas con Giammattei.

En esas llamadas, la solicitud fue mantenerlos detenidos en un lugar “seguro”. En consecuencia, los hijos del expresidente de Panamá, en vez de trasladarlos a una prisión regular, los enviaron a la brigada militar Mariscal Zavala; donde gozaron de privilegios, como una “suite” de varios cuartos y acceso a pedidos especiales de comida, sexo, licor y visitas.

La Prensa manifestó que lograron la protección de Gustavo Alejos, exsecretario privado en la presidencia de Álvaro Colom, incluido después en la Lista Engel sobre personajes ligados a actos de corrupción, del Departamento de Estado de Estados Unidos, quien estuvo al tanto de su bienestar.

Unidades de inteligencia de Estados Unidos emitieron una alerta “sobre el posible intento de fuga” de los Martinelli Linares. Episodio que el presidente Giammattei calificó como “chismes” y “rumores”.

Tras 16 meses en la base militar en Guatemala y un intento de evitar la extradición, a Luis Enrique Martinelli lo extraditaron el 15 de noviembre de 2021 a EE. UU.  y su hermano, Ricardo, el 10 de diciembre de 2021; donde, de manera separada, ambos se declararon confesos del delito de conspiración para lavar dinero. Además, prometieron entregar dinero de las coimas a las autoridades de EU, que dictarán sentencia el 13 de mayo próximo.

Guatemala rechaza reportaje

“El Gobierno de Guatemala rechaza la publicación sin fundamento del diario panameño La Prensa, información que queda en entredicho por las acciones realizadas por el Gobierno de Guatemala y reconocidas por el Gobierno de Estados Unidos en este caso en particular”, indicó en un comunicado la Secretaría de Comunicación Social de la Presidencia.

Añade: “es importante recordar que todas las acciones se hicieron en coordinación entre ambos países y en su momento fueron reconocidas por el Gobierno estadounidense. El 6 de julio de 2020, los hermanos Martinelli fueron detenidos en el Aeropuerto Internacional La Aurora; esto en cumplimiento de una solicitud de arresto provisional de los Estados Unidos. El 15 de octubre, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala notificó a los Estados Unidos, mediante una nota diplomática, que la extradición era definitiva”.

Huida de Estados Unidos

La nota describe que para no detectarlos en su huida desde EE. UU. “se fueron por mar a Bahamas y desde ahí iniciaron el viaje de regreso a Panamá; donde el 22 de junio de 2020 pretendieron ingresar en lo que quisieron hacer ver como un vuelo humanitario por la pandemia, pero no se los permitieron. Días después, el aterrizaje del avión en que viajaban fue autorizado, pero nunca se concretó y viajaron a Costa Rica para abastecerse de combustible”.

Para ese entonces, la situación se había complicado. Merlo un asesor que los apoyaba llamó al presidente Bukele, “con quien, como se explicó, está bien conectado”, para explicarle la situación y este accedió a recibirlos.

“Incluso envió a un equipo de escoltas de confianza a recibirlos en el aeropuerto y llevarlos a donde se quedarían mientras se arreglaban los problemas surgidos”, señala la nota; que agrega que “un diplomático estadounidense le escribió por chat a Bukele explicándole los problemas legales que tenían los hermanos en EE. UU., por lo que debieron salir de ese país”.

“Merlo les suministró a los hermanos una ruta alterna a la de uso habitual y, en consecuencia, poco vigilada; esto para evadir las calles principales de El Salvador y entrar discretamente a Guatemala, sede del Parlacen, donde también recibirían ayuda”, refiere.

“Pero los hermanos no hicieron caso. La familia de Luis Enrique se quedó en El Salvador, y ellos dos partieron rumbo a Guatemala, en un Uber… por la vía más frecuentada. Lograron entrar al país vecino después de mostrar las credenciales falsas que los acreditaban como diputados del Parlacen y se hospedaron en un apartamento -sugerido por una amistad de uno de los hermanos- por seis días”, añade el reportaje.