Los 496 años de la fundación de la ciudad de Quetzaltenango, pasó desapercibida por los quetzaltecos e inusual para las autoridades ediles debido a que se ha centralizado la atención en el combate mundial de la pandemia de COVID-19.

Las autoridades municipales este año no festejaron con marimba, cohetillos ni con mensaje a la población. Únicamente el alcalde Juan Fernando López y el Concejo compartieron un pastel en el despacho del jefe edil.

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Las calles lucieron desiertas porque toda la población se quedó resguardada en sus viviendas ante la decisión presidencial de permanecer en los hogares para evitar contagios de coronavirus.

En lugar de estar en parejas en el parque central observando los festejos, ahora los pobladores hacían distanciamiento, colas para poder obtener alimentos en las tiendas de barrios, donde solo los ojos se les observaba debido a la mascarilla que se tiene que portar por obligación. Las risas no se observaron como en otros años.

Las bandas musicales estudiantiles ahora no sonaron, todos estaban en sus hogares, protegidos por sus padres para evitar que fueran víctimas del COVID-19. Ellos tampoco llegaron al parque central como lo hacían.

La fundación de la ciudad de Quetzaltenango la hizo el conquistador español Pedro de Alvarado el 15 de mayo de 1524.

La ciudad también conocida como Xelajú, tiene 180 mil 706 habitantes -según el Censo 2018-. Posee 12 zonas urbanas y centraliza la región VI del Estado de Guatemala.